Consideraciones generales del dolor en el deporte.
Dr. Osvaldo García González
Instituto de Medicina del Deporte de Cuba
La Medicina del Deporte, es una rama relativamente nueva de la Ciencias Médicas y una de las especialidades de las Ciencias del Deporte.
Estudia la influencia y el impacto de las cargas físicas sobre el organismo del deportista y tiene como premisa principal: auxiliar en el avance de la Cultura Física y el Deporte, como esferas que contribuyen a la conservación y fortalecimiento de la salud, así como al desarrollo armónico del ser humano.
La atención a la traumatología deportiva a través del manejo integral de los síndromes dolorosos que se producen durante la práctica deportiva es una de las premisas fundamentales del trabajo de los médicos deportivos.
En este campo se distinguen 2 categorías generales, de acuerdo a su mecanismo de producción: el dolor inducido por el ejercicio y el dolor de origen traumático.
Dolor inducido por el ejercicio: No está asociado a traumatismos sino a las cargas de entrenamiento y/o competencias.
En el deporte ya sea recreativo, amateur o profesional se producen por lo menos tres condiciones que generan dolor de forma directa por el efecto mismo del ejercicio, sin que se demuestre asociación traumática. Dentro de esta categoría general se incluyen tres entidades independientes, y con buen pronóstico:
Dolor muscular agudo súbito (DOMAS). Sinonimia: distensión, espasmo tónico, “calambre”, “tirón”, “agujetas”, “cucas”, “músculo agarrotado”).
Tiene la peculiaridad que se presenta repentinamente, durante la actividad, como fuertes contracciones abruptas, involuntarias y sostenidas, en cierto segmento corporal que afecta un grupo muscular específico. La contractura dolorosa persistente obliga al deportista a detener la actividad física.
El descanso, los ejercicios de estiramiento, una buena alimentación y la rehidratación adecuada eliminan el problema, aunque en algunos casos puede ser conveniente utilizar un fármaco antiinflamatorio.
Se recomienda no improvisar con ejercicio físico en un músculo con calambres hasta que éste se haya relajado, porque puede propiciar una ruptura muscular y por ende, mayor incapacidad funcional.
Es característico: en futbolistas, tenistas, durante partidos prolongados.
Dolor muscular agudo progresivo (DOMAP). Se presenta de manera gradual y creciente, durante la actividad.
Es la consecuencia de una carga de trabajo específica de gran magnitud particularmente en volumen, y/o en intensidad, y/o en densidad.
Es común que el deportista bien entrenado y no exhausto, pueda finalizar la actividad, hecho que se ha relacionado con el papel protagónico de las endorfinas.
Como es producto del esfuerzo realizado en la unidad diaria de entrenamiento, el DOMAP cede con el descanso, por lo que el dolor debe desaparecer en la siguiente sesión de ejercicio; de no ser así pueden existir errores en la planificación del programa de entrenamiento.
Es característico: en marchistas, maratonistas, futbolistas, etc.
Dolor muscular de aparición tardía (DOMAT). Surge horas o días después de la sesión de trabajo. Resulta fácilmente identificable, es ese dolor acompañado de sensación de entumecimiento e hipertonía muscular que se asoció exclusivamente con la acumulación de lactato en el músculo como producto del metabolismo anaeróbico durante el ejercicio físico.
Como ejemplo, los llamados ”guerreros de fin de semana”, aquellas personas que no realizan ningún ejercicio en días laborales, pero que son capaces de jugar uno o dos partidos de fútbol o varios juegos de tenis, poniendo en riesgo su salud y hasta la vida, aunque los dos primeros días de la siguiente semana casi no puedan moverse.
El dolor se alivia por sí sólo con el descanso, aunque el uso terapia física local, masaje y AINE favorecen la recuperación. A partir de las 72 horas post ejercicio debe haber franca mejoría.
Actividades deportivas con demandas físicas excesivas, esfuerzos muy exigentes, reiterados (habituales ó no), errores - por exceso - en la planificación del entrenamiento.
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