La Psicología del Deporte: Crisis o encrucijada en la inserción. I

 

 

La Psicología del Deporte: Crisis o encrucijada en la inserción. I

Dr. Francisco García Ucha

Resulta algo, así como de lo real a lo maravilloso, - que nos escribiera Alejo Carpentier en toda su obra y que más tarde sigue llevando ese premio novel de literatura latinoamericana que es Gabriel García Márquez, -  y su relación con la Psicología del Deporte.

¿Llegará un dia a ser reconocida, a manera de tendencia general, la Psicología del Deporte, por organizaciones deportivas, entrenadores y deportistas, en Latinoamérica como lo es en nuestro país?

Seria un sueño realizado.

Como tantos otros sueños que he tenido.

Viendo el escenario de muchos países latinoamericanos, donde aun la Psicología del Deporte no ocupa el lugar de ciencia auxiliar de la metodología del entrenamiento deportivo que anhelan los psicólogos ocupar. Pienso que algunos creen que es una tarea fácil de resolver para lo cual basta para enfrentarla, crear programas de Maestría y hasta de Doctorado y que capacitando a los psicólogos será aceptada su función en el deporte y se van a abrir las solicitudes de colaboración de especialistas en los equipos de alto rendimiento, en los clubes o hasta en el deporte infantil y de ese modo se justifiquen los proyecto académico.

La situación es a mi modo de ver más compleja.

Hay varias cosas sobre las que razono:

La primera, que toda actividad académica tiene que tener el respaldo de un buen fundamento en su diseño curricular. 

Cuestión que, en ocasiones no percibo en muchos programas de formación en master o doctorado debido a  su desvinculación con las alternativas de la práctica del deporte.

Desarrollar un diseño curricular es un proceso bastante complejo, más en actividades de post grado que al ser culminadas deben de tener una respuesta del mercado laboral casi inmediata, para quien se han titulado.

Para ello los programas de estudio deben tener por base un análisis de las demandas y posibilidades de empleo antes de ingresar al participante en una nave de estudios académicos, y después pueden no tener donde aplicarse porque no se contó ni con las exigencias de la práctica, ni con las posibilidades de trabajo.

Se requiere de estudios de mercadotecnia, entre muchos asuntos a realizar cuando se confecciona un programa de post grado.

La superación profesional es un satisfactor de las necesidades crecientes del egresado como parte de su proyección profesional, como señala Ana Felicia Celeiro Carbonell y agreguemos con ella, de las necesidades socio-históricas que se revelan en el proceso de desarrollo de la sociedad.

Este desarrollo debe ser tomado en cuenta para la conformación de planes de formación post graduada que permitan insertarse en la sociedad y a la vez realizar las transformaciones necesarias en ella hacia estadios superiores de progresión en su evolución histórica.

Hoy todos los planes de superación post graduada tiene que estar articulados al contexto de la práctica con el fin no sólo de elevar la capacidad del participante sino, además hacer más eficiente su desempeño en el mundo laboral.

Esto lleva directamente al tema aun vigente de la evaluación de la calidad de la educación.

En este sentido, Lilia Toranzos, delibera que una educación de calidad es aquella cuyos contenidos responden adecuadamente a lo que el individuo necesita para desarrollarse como persona -intelectual, afectiva, moral y físicamente, y para desempeñarse adecuadamente en los diversos ámbitos de la sociedad -el político, el económico, el social-. Esta dimensión del concepto pone en primer plano los fines atribuidos a la acción educativa y su concreción en los diseños y contenidos curriculares.

Este proceso debe incluir a la vez el propio desarrollo de la personalidad del aspirante.

Así, siguiendo en parte lo anterior, ya sabemos por Daniel Goleman y mucho más profundamente por Howard Gardner, que más allá de los conocimientos, hay que tener habilidades profesionales vinculadas no a los resultados en exámenes, ni a un elevado coeficiente de inteligencia que puedan poseer los alumnos. Se necesitan otras inteligencias, como la Inteligencia Interpersonal o la Inteligencia Intrapersonal: o la emocional, que son indispensables formar para obtener el éxito cualquier especialidad.

La inmensa mayoría de los programas no contienen la formación de estas habilidades entre ellas la de hacer marketing.

Curiosamente, algunas maestrías que se realizan en países altamente desarrollados la incluyen.

Y por último, aquella disyuntiva que un dia propuso Hebert Marcuse: ¿Quién forma a los formadores?

La formación y selección del profesorado debe advertirse, no obstante, que no se esta sólo ante una amplia, detallada y sistematizada descripción de las investigaciones, libros, ponencias, documentos, conclusiones de seminarios, etc., sino, también ante una interesante reflexión sobre el alcance de los trabajos del profesor y sobre su repercusión en la práctica de los profesionales que llega a graduarse.

Lo que magnifica el sentido de formación de competencias. Entiéndase: Las competencias representan los conocimientos, capacidades, habilidades y comportamientos que demuestra un empleado en el cumplimiento de su trabajo y que son factores claves para el logro de los resultados pertinentes a las estrategias de la organización. (Comisión de la Función Pública del Canadá)

"El componente "movilizador" de la competencia se percibe en el artículo de Fernández (1998) al afirmar: "las competencias solo son definibles en la acción", no se pueden reducir al saber o al saber-hacer de ahí que no se encuadren con lo adquirido solamente en la formación. Se reconoce en esos procesos una movilización desde el saber a la acción durante la cual se agrega valor en la forma de reacciones, decisiones y conductas exhibidas ante el desempeño" Dra. Alina María Segredo Pérez.

Les recomiendo la lectura entre otros de Catalano, A. M.; Avolio de Cols, S.; Sladogna, M. "Diseño curricular basado en normas de competencia laboral: conceptos y orientaciones metodológicas". Buenos Aires: BID/FOMIN; CINTERFOR. 2004, 226p.

ISBN 987-1182-25-2