Acerca de la Resiliencia:
El deporte de alto rendimiento se encuentra presente tanto el éxito como el fracaso. Y es necesario destacar que la adversidad es más frecuente que fortuna de la victoria.
Sólo hay una medalla de Oro, seguida la de Plata y el Bronce en cada modalidad deportiva.
Un poco más de 10 corredores de velocidad llegan a las finales de la carrera de 100 metros olímpica, dejando detrás a miles de competidores. Si lo vemos en un plano histórico fueron millones los que comenzaron a competir y solo uno va a obtener el Oro Olímpico.
Por todo ello, los deseos de coronarse como campeón, el obtener la Copa u ostentar una medalla en cualquiera de los certámenes conlleva pasar un camino lleno de esfuerzos y dificultades donde no sólo hay que poseer cualidades físicas, técnicas y tácticas sino que además requiere de una recia personalidad capaz de resistir el distres que resulta de la percepción de la amenaza de no alcanzar lo deseado, del conflicto y el fracaso que tienen lugar en las condiciones de la competencia.
Por tanto, la presencia de la adversidad en muchas de las actividades que realiza el deportista debe ser reconocida y tenerse en cuenta en la preparación mental de los mismos.
Desde hace unos años expertos del comportamiento humano, dedicados al estudio de la respuesta al estrés han captado que determinadas personas son capaces de hacer frente a la adversidad, sobrepasarla y asimismo transformarse positivamente en medio de ella, mientras que otros se tornan cada vez mas vulnerables.
Esta capacidad para enfrentar la adversidad es definida como Resiliencia para distinguir a aquellas personas cuya personalidad resulta resistente en situaciones limites mediante sus sistemas de afrontamiento que le permiten adaptarse a diferentes eventos estresantes.
El concepto de resiliencia, es tomado de otras ciencias como otros que emplean los psicólogos. Recordemos la obra de Lewis, donde habla de vectores y componentes de fuerza para explicar el comportamiento.
Resiliencia es un término que surge de la metalurgia y hace referencia a la capacidad de los metales de resistir su impacto y recuperar su estructura.
En Medicina, la osteología emplea el término para significar la capacidad de los huesos de crecer en el sentido correcto después de una fractura.
Es necesario puntualizar como lo hace Bertrán, Noemí y Romero (1998.). "Esta capacidad es sometida a prueba, o más bien dicho se activa frente a situaciones de estrés severo y prolongado, lo que generaría a su vez, una serie de condiciones que provocan mayor resistencia o vulnerabilidad.
La resiliencia ha resultado evidente en personas que se encontraron en campos de concentración, la guerra, la enfermedad y la presencia inminente de la muerte.
Es un atributo de esta capacidad que quien la posee termine obteniendo mayores potencialidades y experiencias enriquecedoras en el proceso de afrontar las condiciones que imponen el distres.
Ya la antigua filosofía china había destacado que la palabra "Crisis" tenia como aspecto positivo el hecho de ser una coyuntura para el crecimiento y desarrollo personal.
Los autores que se han dedicado al tema de resiliencia han llegado a describir un perfil de la personalidad resiliente que abarca:
Compromiso: con lo que esta haciendo, consideran su actuación interesante y valiosa y tiene un sentido personal significativo para ellos mismos y su grupo de referencia.
Control: Manifiestan una sensación de control. Son capaces de realizar intentos por influir en las circunstancias o personas. Desarrollan ya cometen planes de acción.
Reto: Consideran que las situaciones estresantes forman parte de un desafío despojado del sentido de amenaza.
Son personas que admiten con agrado el conflicto más que la solución.
Visto desde esta perspectiva el perfil de personalidad resiliente no puede quedar separado de los aspectos afectivos, lo que, de hacerlo, nos llevaría a una visión parcial y reducida.
Debemos considerar que es resultado de la personalidad y no exclusiva de los mecanismos de afrontamiento. Los elementos afectivos, emocionales y sentimentales están indisolublemente unidos a los cognitivos antes señalados.
La persona resiliente se caracteriza por su focalización optimista de la vida. Por una actitud positiva y por un grado elevado de congruencia entre sus creencias y comportamiento.
Son capaces de concentrar su esfuerzo en los aspectos del conflicto o del problema que enfrentan que pueden ser cambiados. Ahorrando sus energías en lo que resulta incambiable.
Esta selectividad en los aspectos transformables de la situación estresante deviene tanto de su experiencia como de la propia intuición. Teniendo como base un pensamiento positivo.
Son personas que si bien en un caso expresan esperanzas en otros manifiestan el sentimiento de poder para alcanzar sus metas.
Los estudios realizados con personas resilientes reafirman la postura que representa el papel activo de la personalidad y la capacidad de la misma para la construcción de aspectos reguladores que dan lugar a respuestas adaptativas y transformadoras.
Considerándose que la resiliencia deviene de las elaboraciones de la personalidad en su interrelación con su medio y la apropiación de las experiencias tanto propias como las adquiridas en el intercambio con otras personas.
Algunos enfatizan que la resiliencia se relaciona con la tendencia a poseer experiencias tempranas en las que el niño haya tenido éxito y sea estimulado a la formación de significados personales positivos. Wawa, K. (sin fecha).
Aunque, esto no explicaría muy bien como algunos de los niños criados en la calle, sin el apoyo paterno han llegado a convertirse en personas resilientes.
En un monográfico sobre resiliencia Lara Molina, E y colaboradores (2000) destacan:
Los niños que tienen un alto grado de resiliencia al cual se vinculan a una elevada autoestima y buen auto concepto presentan características particulares, tales como:
Motivación de logro.
Mayor actitud de acercamiento a situaciones y personas nuevas.
Autosuficiencia.
Actitud dirigida a la resolución de problemas.
Menor evitación de los problemas.
Menos fatalismo frente a situaciones difíciles.
En cuanto a temperamento. Muestran un humor básico positivo.
Coeficiente intelectual verbal y matemático normal.
Por otra parte, se señala que es posible fomentar una personalidad resiliente en etapas posteriores de la vida.
En suma: ¿Qué importancia tienen las experiencias y conocimientos sobre resiliencia para un psicologo del deporte?
El desarrollo de la resiliencia puede mejorar los recursos personales y sociales de los deportistas. Entre estas, se relacionan: la autoestima positiva, los lazos afectivos y de compromiso con el equipo, la creatividad, el estado de animo, y una concepción del mundo y de la vida que permita una mayor resistencia y tolerancia a la frustración y al dolor, disminuir la respuestas emocionales negativas a las situaciones de distres en el deporte.
Especialistas de la Universidad de Pennsylvania desarrollaron un protocolo de entrenamiento en resiliencia designado para incrementar los rendimientos en ejecutivos y estudiantes en circunstancias de adversidad. Un programa paralelo fue elaborado para el desarrollo de la autoestima en niños. Un estudio longitudinal mostró que la resiliencia puede ser aprendida y uno de sus beneficios es alentar a las personas a que se orienten al logro.
Robert J. Schinke, y Wendy C. Jerome, desarrollaron un trabajo dirigido a la aplicación de tres destrezas dirigidas del aprendizaje al optimismo en un equipo nacional como parte de un programa para alcanzar la resiliencia.
Tomando como base teórica los trabajos de Weiner (1985) y Abrahamson, Seligman y Teasdale (1978) acerca de las atribuciones causales y la incapacidad aprendida focalizaron su acción sobre la estabilidad, el locus de control y la compenetración.
La estabilidad se refiere a la constancia en asignar las causas de los resultados en el futuro, puede ser tanto positivas como negativas. El locus de control se relaciona con la evaluación de la responsabilidad causal y puede ser externo o interno y la compenetración se refiere a percibir la extensión en la cual un atributo en una actividad puede extenderse a otras facetas de la vida.
El aprendizaje de la resiliencia en deportistas comienza para ellos con una evaluación preliminar de las asunciones acerca de las valoraciones que realizan los deportistas de sus errores y las relaciones entre sus interpretaciones del pasado y las expectativas sobre sus rendimientos futuros.
El segundo paso se trata de disputar los pensamientos negativos por medio de estrategias de intervención, ver Schinke y Peterson (2002b: 2002c).
Por último, se realizan intervenciones dirigidas al descatastrofismo. Aquí se reduce o descartan los pensamientos de contenido catastrófico que pueden inhabilitar al deportista a emplear sus potencialidades. Ver Hazte y colaboradores (2000).
El desarrollo de las destrezas antes señaladas al ser investigadas sugiere que el pensamiento constructivo, la percepción de control y de éxito en condiciones de adversidad puede tener un efecto positivo.
No obstante, la experiencia demuestra que estas intervenciones y otras requieren mas que un inmediato cambio en la interpretación de las alternativas que enfrenta el deportista de cambios en sus patrones habituales de pensamiento. De manera que la acción del psicologo sobre el deportista puede culminar cuando advierte que ellos han integrado estas estrategias de manera habitual.
En síntesis, encontramos que el tema es muy significativo y que resultaría muy ventajoso como una perspectiva mas en la preparación psicológica de los deportistas.
Referencias:
Abramson, L. Y., Seligman, M. E., & Teasdale, J. D. (1978). Learned helplessness in humans: A critique and reformulation. Journal of Abnormal Psychology, 87 (1), 49-74.
Bertrán. G.; Noemí. P., y Romero, S. (1998) Resiliencia: ¿enemigo o aliado para el desarrollo?. Santiago de Chile: CIDE documentos, No. 9.
Brawley, L. R. & Rejeski, W. J. (1983). Attribution in sport: Current status and new perspectives. Journal of Sport Psychology, 5, 77-99.
Gillham, J., Jaycox, L., Reivich, K., Seligman, M. E. P. & Silver, T. (2001). Penn resiliency program: Depression prevention for school children. Leader's Manual. King of Prussia, PA: Adaptive Learning Systems.
Lara Molina, E. y colaboradores. (2000) Resiliencia: La esencia humana de la transformación frente a la adversidad. Concepción. Noviembre
Peterson, C. (1980). Attribution in the sport pages: An archival investigation of the covariation hypothesis. Social Psychology Quarterly, 43, 136-140.
Peterson, C. (2000). The future of optimism. American Psychologist, 55 (1), 44-44.
Schinke, R. J. (2000). The relationship between support-infrastructure and major-games competence development. Unpublished doctoral dissertation.
Schinke, R. J. & da Costa, J. (2000). Qualitative research in sport psychology. Avante, 6 (3), 38-45.
Schinke, R. J. & da Costa, J. (2001). Understanding the development of major games competitors' explanations and behaviours from a contextual viewpoint. Athletic Insight, 3 (3). Available on the World Wide Web: http://www.athleticinsight.com/Vol3Iss3/ExplanationDevelopment.htm .
Schinke, R. J. and Jerome, W. Understanding and Refining the Resilience of Elite
Athletes: An Intervention Strategy http://www.athleticinsight.com/Vol4Iss3/43IssueHome.htm
Schinke, R. J. & Peterson, C. (2002a). Enhancing the hopes and performance of elite athletes through optimism skills. The Journal of Excellence, 6, 36-47.
Schinke, R. J. & Peterson, C. (2002b). Resilience training for national teams: Athlete Manual. University of Pennsylvania. Schinke, R. J. & Peterson, C. (2002c). Resilience training for national teams: Coaching staff manual. University of Pennsylvania.
Seligman, M. E. P. (1975). Helplessness: On depression, development, and death. San Francisco, CA: Freeman.
Seligman, M. E. P. (1991). Learned optimism: How to change your mind and your life. NY: Pocket Books.
Seligman, M. E. P., Nolen-Hoeksema, S., Thornton, N. & Thornton, K.M. (1988). Explanatory pattern as a mechanism of disappointing athletic performance. Psychological Science, 1, 143-146.
Shatté, A. J., Gillham, J. & Reivich, K. (2000). Promoting hope in children and adolescents. In J. E. Gilham's (Ed.) The science of optimism and hope: Research essays in honor of Martin E. P. Seligman. Philadelphia, PS: Templeton.
Wawa, K. (s/f) Resiliencia y factores protectores. URL http://www.prode,uch.gob.pe/setai/kusisgawaea/castellano/kw_11_resiliencia.htm
Weiner, B. (1979). A theory of motivation for some classroom experiences. Journal of Educational Psychology, 71, 3-25.
Weiner, B. (1985). An attribution theory of achievement motivation and emotion. Psychological Review,92 (4), 548-573.
Weiner, B. (1986). Attribution, emotion, and action. In R. M. Sorrentino & E. T. Higgins (Eds.) Handbook of motivation and cognition Vol. #1 (pp. 281-311). NJ: Erlbaum.
Nota.
Miguel Humara, Ph. D., Editor de Athletic Insight www.athleticinsight.com
Señala la existencia de los trabajos en dicho URL.
* Understanding and Refining the Resilience of Elite Athletes: An Intervention Strategy (R. J. Schinke & W. C. Jerome)
* Assessing The Potential For Alcohol-Related Issues Among College Student-Athletes (J. C. Watson)
* Participation Motives in Leisure Center Physical Activities (E. M. Trembath, A. Szabo, & M. J. Baxter)
* Self-reported Hostile Aggression in Contact Athletes, No Contact Athletes and Non-athletes (P.
Lemieux, S. J. McKelvie, & D. Stout)
5 comentarios
JUAN LIZANA -
En lo personal creo que acá juegan un papel importantísimo los otros significativos , que en caso de las interacciones sociales y deportivas serian los entrenadores, padres, dirigentes , así como la valoración de la institución deportiva y la posibilidad de superarse a través de ella, todos ellos son aspectos que dejan en evidencia la relevancia de la relación afectiva
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