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La Bitácora del Dr. Ucha

PRINCIPIOS METODOLÓGICOS Y PRÁCTICOS DE LA CONSTRUCCIÓN DE BATERÍAS DE TESTS PARA LA SELECCIÓN DE APTITUD PSICOLÓGICA EN EL DEPORTE

En: Aportes a la Psicología deportiva. Dirección de Paul Kunath Editorial Orbe La Habana 1976

1. Planteamiento

Los problemas que plantea la selección de futuros deportistas con talento cobran cada vez mayor importancia, y encuentran actualmente el interés de numerosas asociaciones deportivas, así como de las disciplinas que se ocupan de la investigación del deporte.

La meta común consiste en el incremento de la eficacia del proceso selectivo y en ampliar todavía más la altura del nivel máximo de la capacidad de rendimiento deportivo. Puede afirmarse con seguridad que este desarrollo tiene carácter de ley, pues no pasa inadvertida la contradicción entre la perfección relativa (aunque a veces todavía empírica) de los medios de entrenamiento con los que se efectúa el proceso de formación deportiva, y el estado relativamente falto de elaboración en el que se encuentran los principios y criterios, según los cuales se determinan los participantes en este proceso formativo. Se trata, por tanto, de obtener aquí importantes reservas para un mayor incremento de los rendimientos deportivos. Ante esta meta parecen de especial importancia estos tres puntos de vista:

-El aspecto del rendimiento en la selección de aptitud prueba que se determinarán aquellos jóvenes deportistas cuya futura capacidad de rendimiento deportivo se halle, con máxima probabilidad, dentro de un definido ámbito extremo positivo. Con ello está garantizado ya con la máxima seguridad posible que se formarán atletas capaces de los máximos rendimientos punteros.

-La selección de aptitud tiene, además, un aspecto económico: una selección más eficaz significa un empleo más concentrado y útil de los medios materiales en los lugares más apropiados o, para decirlo con otras palabras, lograr con los mismos medios mayor provecho.

-Por último, no debe pasarse por alto el aspecto individual de la selección de aptitud: un procedimiento selectivo altamente eficaz es un medio auxiliar tanto para el asesoramiento

y el encauzamiento individual de los candidatos en la dirección especial de su talento deportivo, como también de la oportuna valoración de la probable relación individual entre inversión y resultado. Con ello, ofrece la posibilidad de contribuir a la evitación de un desarrollo conflictivo de la personalidad y a mejorar el proceso educativo.

En algunos entrenadores encontramos en ocasiones la opinión de que la selección de talentos para su modalidad deportiva es cosa de sus propios conocimientos y experiencias personales, y que para ello no se precisa ninguna ciencia». Y, de hecho, es indiscutible que los entrenadores de éxito poseen a menudo una notable experiencia en este aspecto, aunque ello no es la regla. En general puede comprobarse que todo tesoro de experiencias individuales contiene también, al lado de unos principios útiles y fructíferos, una serie de errores y prejuicios subjetivos que influyen negativamente en las decisiones selectivas. En relación con la selección científica de aptitud es una tarea importante aprovechar la parte valiosa de las experiencias del entrenador, objetivarla científicamente, y extraerla con ello del estadio de la intuición individual, hacerla por así decirlo accesible al bien común y a una aplicación organizada amplia. Ello puede acarrear notables dificultades metodológicas, pero es una tarea que ya ha de resolverse en el estadio inicial del desarrollo de un procedimiento selectivo; por ejemplo, en el análisis de exigencia psicológica de la modalidad deportiva en cuestión.

Hace ya mucho tiempo que la problemática de la selección constituye uno de los objetos principales de la psicología aplicada, y se han elaborado aquí fundamentos teóricos y útiles métodos prácticos de importancia básica y que, sobrepasando el marco científico del especialista, aportan el instrumental teórico y práctico para todas las disciplinas de la ciencia deportiva que pueden aportar algo a la selección de aptitudes.

En este sentido encontramos una doble significación de la psicología para la elaboración de un amplio sistema de selección de aptitudes en el deporte:

1. En la aportación directamente técnica que consiste en el registro de características psicológicas determinantes del rendimiento, de su posterior elaboración estadística y aplicación práctica, por ejemplo en forma de baterías de tests.

2. En la puesta a punto y el perfeccionamiento de las bases metodológicas y de medición teórica para la elaboración de la problemática selectiva en cualquier otra disciplina aplicada,

susceptibles de ello; por ejemplo, la metodología deportiva, la medicina, la antropometría, la biomecánica.

En el presente aporte nos limitaremos a contemplar más de cerca la selección de aptitudes, tanto en sus bases y dificultades metodológicas como -con un ejemplo- en sus relaciones técnicas concretas; en el presente caso, psicológicas. El aspecto económico sería de interés para la problemática del cálculo de provecho, mientras que el aspecto individual se refiere más a la problemática del cuidado psicológico y pedagógico de los deportistas. No profundizaremos aquí en ninguno de esos dos aspectos.

La selección de aptitudes presupone la medición de características y cualidades determinantes del rendimiento. Aquellas cualidades de la personalidad que son requisitos para los rendimientos, las llamamos aptitudes. Como es sabido, es una situación fundamental del entrenamiento deportivo que en un grupo de principiantes, que realizan un proceso de entrenamiento aproximadamente igual en un estado de ejercitación también igual, aparezcan muy pronto notables diferencias en la capacidad de rendimiento, que prueban que los complejos de aptitud que constituyen su fundamento -capacidad de entrenamiento, fuerza, rapidez, coordinación, resistencia, cualidades de percepción, etcétera- se desarrollan diferentemente según el individuo.

En la psicología, el acceso sistemático y científico aI problema de tales diferencias individuales se ha hecho posible gracias al desarrollo de la psicometría, en especial de la teoría y la práctica de los tests. En la práctica selectiva se emplean los tests para la medición del estado de desarrollo de aptitudes necesarias para el cumplimiento de determinadas exigencias. Hay que tener presente que las aptitudes representan siempre el resultado del efecto recíproco de la capacidad de manifestación existente, con las condiciones ambientales que realizan o no realizan las posibilidades de desarrollo.

La intensidad de manifestación de la mayoría de las aptitudes humanas depende en gran medida de las influencias de desarrollo existentes; algunas aptitudes se desarrollan con relativa

estabilidad ambiental. Una cuestión que en gran parte todavía está sin respuesta, es la medida en que las aptitudes descollantes y determinantes del rendimiento del grupo extremo positivo de la capacidad de rendimiento deportivo (cuyas condiciones e influencias de entrenamiento son relativamente parecidas durante el largo espacio de tiempo del entrenamiento activo) se desarrollan sobre la base de unas disposiciones mejores.

2. Requisitos estadísticos para el test

Un test psicológico consiste, en resumidas cuentas, en presentar a un encuestado una tarea (o serie de tareas) preestablecida susceptibles de ello; por ejemplo, la metodología deportiva, la medicina, la antropometría, la biomecánica.

En el presente aporte nos limitaremos a contemplar más de cerca la selección de aptitudes, tanto en sus bases y dificultades metodológicas como -con un ejemplo- en sus relaciones técnicas concretas; en el presente caso, psicológicas. El aspecto económico sería de interés para la problemática del cálculo de provecho, mientras que el aspecto individual se refiere más a la problemática del cuidado psicológico y pedagógico de los deportistas. No profundizaremos aquí en ninguno de esos dos aspectos.

La selección de aptitudes presupone la medición de características y cualidades determinantes del rendimiento. Aquellas cualidades de la personalidad que son requisitos para los rendimientos, las llamamos aptitudes. Como es sabido, es una situación fundamental del entrenamiento deportivo que en un grupo de principiantes, que realizan un proceso de entrenamiento aproximadamente igual en un estado de ejercitación también igual, aparezcan muy pronto notables diferencias en la capacidad de rendimiento, que prueban que los complejos de aptitud que constituyen su fundamento -capacidad de entrenamiento, fuerza, rapidez, coordinación, resistencia, cualidades de percepción, etcétera- se desarrollan diferentemente según el individuo.

En la psicología, el acceso sistemático y científico aI problema de tales diferencias individuales se ha hecho posible gracias al desarrollo de la psicometría, en especial de la teoría y la práctica de los tests. En la práctica selectiva se emplean los tests para la medición del estado de desarrollo de aptitudes necesarias para el cumplimiento de determinadas exigencias. Hay que tener presente que las aptitudes representan siempre el resultado del efecto recíproco de la capacidad de manifestación existente, con las condiciones ambientales que realizan o no realizan las posibilidades de desarrollo.

La intensidad de manifestación de la mayoría de las aptitudes humanas depende en gran medida de las influencias de desarrollo existentes; algunas aptitudes se desarrollan con relativa estabilidad ambiental. Una cuestión que en gran parte todavía está sin respuesta, es la medida en que las aptitudes descollantes y determinantes del rendimiento del grupo extremo positivo de la capacidad de rendimiento deportivo (cuyas condiciones e influencias de entrenamiento son relativamente parecidas durante el largo espacio de tiempo del entrenamiento activo) se desarrollan sobre la base de unas disposiciones mejores.

que está en correlación conocida con un criterio. Denominamos criterio a la medida de una determinada forma de comportamiento o rendimiento. En nuestra meta propuesta, el criterio es siempre una medida de la capacidad de rendimiento deportivo, del desarrollo de rendimiento, o de una característica que se halla en estrecha relación directa con la capacidad de rendimiento deportivo.

Las exigencias de cada una de las situaciones del test poseen carácter de muestreo, y es válida la conclusión estadística de que la persona que supera en determinada forma una exigencia o situación del test, o se comporta de determinado modo, superará de forma parecida (correlativa), o sea previsible, otras exigencias o situaciones ( = criterio) cuya correlación con la exigencia o situación del test es conocida. Por otra parte, su criterio de rendimiento, que se manifiesta en la superación de las exigencias de criterio, se diferenciará del de aquellas personas que alcanzan otros rendimientos de test.

La altura de la correlación con el criterio previsto, a determinar para cada test, se denomina validez del test. El correspondiente coeficiente de correlación se denomina coeficiente de validez. El requisito estadístico para el cálculo, según la correlación producto-momento, es la distribución normal de todas las variables implicadas o, en su caso, la transformación de todos los valores del test y criterios en valores normalizados z o T según McCall (LIENERT, 1961, pp. 331 ss.).

La medida en la cual las predicciones sobre diferencias individuales -obtenidas a partir de valoraciones de tests- coinciden con aquellas observadas en el rendimiento posterior, recibe el nombre de validez de predicción. Aquí queda claro que un test no posee una validez, sino tantas «valideces» distintas como finalidades de aplicación existan para él.

Pero ante todo queda de manifiesto que el coeficiente de validez es aquella magnitud que representa la base del diagnóstico de aptitud, y en el cual puede contemplarse la eficacia del procedimiento para la decisión del diagnóstico de aptitud. En caso de un índice de selección fijo -la relación existente entre las admisiones posibles y la cifra total de candidatos-, que puede depender de consideraciones y posibilidades prácticas, con ayuda de las tablas de Taylor-Russell puede determinarse la eficacia de unos procedimientos de validez dada, y se les puede comparar con procedimientos selectivos de validez inferior o «decisiones casuales».

Para el fin de la selección de aptitud es muy importante determinar la validez del test con ayuda de un llamado criterio externo, por ejemplo el rendimiento deportivo. La determinación y el registro del criterio externo es el principal requisito previó del diagnóstico de aptitud.

Del carácter de muestreo que posee la exigencia y el rendí-, miento del test, resulta que todos los valores de test obtenidos

2. Requisitos estadísticos para el test

Un test psicológico consiste, en resumidas cuentas, en presentar a un encuestado una tarea (o serie de tareas) preestablecida e incluso las predicciones de criterio basadas en ellos, son valo­res estimativos de los llamados valores verdaderos, que deben ser sometidos a un análisis de error de medición. El error de medición de un test puede ser determinado por su coeficiente de fiabilidad. La fiabilidad de un test es una medida de su precisión como instrumento de medición y nos informa con qué exactitud o falta de exactitud puede ser interpretado un valor de test. Está claro que podemos interpretarlo según diversos métodos, por ejemplo, por correlación de una forma de test con una forma paralela; de una mitad del test con la otra mitad; de una realización del test con su repetición, entre otras técnicas, dependiendo todo ello de diversas condiciones. No es posible exponer aquí tales métodos, por lo que sólo señalaremos todavía algunos puntos de importancia para nuestra problemática.

Al igual que sucede en el caso de la validez, tampoco existe un coeficiente de fiabilidad para un test, sino que éste es específico para el grupo del cual ha sido obtenido, y dependiente del método con el cual ha sido calculado. Aquellos métodos que están basados en una única exposición del test o en una repe­tición inmediata, miden la consistencia interna. Si un coeficiente de fiabilidad está basado en dos exposiciones temporalmente separadas, o si entre la realización y la repetición existe un intervalo temporal (entre uno o varios días o semanas), entonces no sólo se mide la estabilidad del test, sino también la estabilidad de la característica personal a medir, así como las oscilaciones diarias de la estabilidad de rendimiento del encuestado.

En dependencia de diferentes fines y situaciones, aceptamos coeficientes de fiabilidad de diversa magnitud. El principal criterio a este respecto es la gravedad de la decisión, que ha de tomarse sobre la base de los valores del test. En consecuencia, las decisiones de selección exigen los procedimientos más f fiables. Para la mayoría de los fines, el principal coeficiente de fiabilidad es aquel que refleja la estabilidad de rendimiento durante un período de tiempo relativamente corto. Si bien han de tenerse en cuenta las casuales oscilaciones diarias individuales en una aptitud, deben quedar excluidas las auténticas transformaciones de características en el sentido de aprendizaje. La exposición de dos formas de test en un intervalo de una a dos semanas se acerca a esta condición. En la repetición de la misma forma de test ha de alargarse el intervalo, con el fin de excluir efectos de memoria.

En relación con nuestra metodología de análisis debe tenerse en cuenta otra situación que a menudo se descuida: el coeficiente de fiabilidad depende de la esfera de aptitudes, esto es, de la amplitud de dispersión de los valores del test en el muestreo analizado. Por lo tanto, para una adecuada interpretación de la fiabilidad del test se precisan datos sobre la dispersión de los valores del test en el muestreo en el cual se ha registrado la fiabilidad. Por lo tanto, en los grupos de escasa dispersión, como por ejemplo en grupos extremos positivos de la aptitud de rendimiento deportivo (y de las aptitudes del más diverso tipo que forman la base), existe el constante peligro de subestimar los coeficientes de fiabilidad de cualquier test. Puede tomarse como regla fundamental que un coeficiente de 0,65 en un campo de aptitud estrecho es, por lo menos, tan bueno como un coeficiente de 0,90 de un muestreo con una dispersión doble de los valores (WESMAN, 1952).

3. Metodología

Después de haber nombrado la idea fundamental del diagnóstico de aptitudes y algunos de los criterios de test de importancia para aquél, describiremos el procedimiento que se ofrece para la aplicación práctica al deporte. Consiste, formalmente, en cuatro pasos:

-Obtención de las características determinantes del rendimiento.

-Obtención de un apropiado criterio de rendimiento.

-Cálculo de la inter correlación de las características, así como de su correlación con el criterio de rendimiento (coeficientes de validez), y ulterior elaboración estadística hasta quedar establecido un procedimiento de selección.

-Aplicación del procedimiento a un muestreo, a valorar con respecto a su aptitud de rendimiento predictivo, con el fin de obtener un control de validez del procedimiento y unas normas por edades.

Llamamos características determinantes del rendimiento, a aquellas propiedades medibles de la personalidad que están en una correlación suficientemente alta con el criterio de rendimiento escogido por nosotros; esto es, que poseen una validez suficiente. Como quedará manifiesto más adelante, para nuestros fines ya son útiles los coeficientes de correlación a partir de 0,25

La tarea de la obtención de características determinantes del rendimiento contiene dos dificultades: por una parte es necesario reunir informaciones de la máxima fiabilidad relativas a las características que participan en el citado rendimiento, y por otra parte se precisa una decisión sobre el muestreo a analizar. El primer problema citado recibe a menudo el nombre de análisis psicológico de exigencia. Kodyrn traslada determinados principios de la psicología laboral a la praxis deportiva y reco­mienda, entre otras, das siguientes posibilidades:

1. Recopilación hipotética de las cualidades psicológicas necesarias por parte de psicólogos, teniendo en cuenta todos los conocimientos técnicos y específicamente deportivos existentes.

2. Estudio de la literatura psicológica y de pedagogía deportiva.

3. Realización de estudios de tiempos y movimientos.

4. Análisis psicológico de rendimientos equivocados, fracasos y accidentes durante la actividad deportiva.

5. Observaciones del progreso en el aprendizaje de los diversos deportistas integrados en un proceso de entrenamiento de larga duración.

6. Exploraciones de los mejores deportistas, entrenadores y técnicos.

7. Estudio psicológico de los deportistas, comparación de los mejores con los peores, así como comparaciones de deportistas con no-deportistas.

El análisis de exigencias puede servir a dos finalidades. Por una parte puede tener por meta el querer desarrollar un nuevo procedimiento específico de test para determinada finalidad de aplicación, y por otra parte puede ser realizado para deducir de él unas prescripciones para una selección más o menos clara de procedimientos de test ya existentes va aplicar para determinados fines. Esta segunda meta tendrá la primacía ante todo en la adopción de un trabajo de diagnosis de aptitud en alguna modalidad deportiva; precisamente por razones económicas, dado que comporta unos gastos mucho menores y que puede llevar con mayor rapidez a unos resultados eficaces para la práctica de deportes.

Por las experiencias obtenidas hasta el momento, se recomienda efectuar unos ensayos previos con un grupo de deportistas de la modalidad deportiva a estudiar, y empleando para ello una variedad relativamente amplia de procedimientos de test, con el fin de obtener por este camino las primeras valoraciones de las características determinantes del rendimiento en esta precisa modalidad deportiva. Unos estudios psicológicos de gran envergadura realizados sobre deportistas de altos rendimientos KANE, 1964; MÜLLEU, 1968) han dado manifestaciones de características psíquicas generales de tales muestreos, que son independientes de la modalidad deportiva; pero además han probado que dentro de modalidades deportivas especificas existen manifestaciones y estructuras de características. Ello es válido, aparte del hecho de que, naturalmente, un mismo rendimiento deportivo puede estar basado en combinaciones de características de diferente manifestación individual.

Este y otros estudios similares, conducen al establecimiento de los llamados perfiles de aptitud de diversas modalidades deportivas (MÜLLER, 1968), que para nuestro fin poseen la importante ventaja de que, junto a las variables válidas, indican simultáneamente los procedimientos a emplear para su medición; con lo que superan la dificultad metodológica de los restantes procedimientos del análisis de exigencias, que no son capaces de indicar criterios unívocos para la selección de determinados procedimientos diagnósticos, de acuerdo con los resultados del análisis de exigencia.

Comprobamos, por tanto, que en el estudio de unos deportistas muy buenos dentro de una modalidad, pueden obtenerse las características determinantes del rendimiento específicas de la modalidad deportiva, y con ello contestamos también la cuestión arriba planteada sobre la adecuada prueba de investigación. Aplicamos el muestreo a deportistas destacados, sometemos la manifestación y estructura de características allí obtenidas a un proceso estadístico, formamos de este modo un complejo procedimiento de selección, y lo aplicamos -con el fin de control de verificación y obtención de normas de edad- a una llamada prueba de contrastación de deportistas principiantes o en formación de los grupos de edad previstos para la decisión de selección. Partimos para ello de una previsión plausible, en la cual queda reflejado un hecho del desarrollo: que los mejores talentos ya poseen en una medida relativamente superior o parecida, o adquieren con mayor rapidez que los deportistas de menor talento, la manifestación o estructura de característica necesaria para un alto nivel.

También otra vía parece en principio practicable. Se trata de seguir el desarrollo de las características determinantes del desarrollo, partiendo del nivel de principiantes hasta llegar a los mayores rendimientos deportivos, utilizando para ello las investigaciones con el carácter de corte longitudinal. Ello tiene la ventaja de poder obtener al mismo tiempo unas normas para cada edad, aunque también tiene una desventaja: en la esfera de los principiantes, o de los deportistas en formación, resulta difícil descubrir aquellas características determinantes del rendimiento de alto nivel, por lo que, para asegurar las hipótesis, se hace imprescindible emplear un amplio abanico de procedimientos de test durante un período de tiempo de cierta duración.

4. La importancia del criterio

La elección del criterio de rendimiento reviste una importancia especial. Puede afirmarse que la fijación de este criterio es la principal medida a tomar en la elaboración de un procedimiento selectivo, que determina de entrada la aptitud especial de rendimiento y la esfera de validez del procedimiento. Por esfera de validez entendemos el conjunto de todas las exigencias de rendimiento que pueden ser registradas y precedidas por el procedimiento selectivo. Podemos decir que las esferas de validez psicológica de diferentes modalidades deportivas no sólo son cualitativamente distintas, sino también diversamente grandes. Así, por ejemplo, las modalidades deportivas de resistencia poseen una esfera de validez psicológica relativamente estrecha, mientras que las modalidades técnicas y de equipo poseen una esfera de validez relativamente amplia. Con una esfera de validez amplia podemos estar interesados en emplear no sólo un único criterio de rendimiento, sino varios valores de medición de la aptitud de rendimiento, esto es, una combinación de criterios, siempre y cuando existan experiencias o razones para la suposición de que un único valor de medición no es suficiente para los múltiples aspectos de la capacidad de rendimiento. este puede ser el caso, ante todo, en las modalidades de deportes por equipos, pero también en las modalidades técnicas difícilmente medibles, como la gimnasia, el patinaje artístico sobre hielo o los saltos de trampolín.

La tarea estadística en el marco de la construcción del procedimiento consiste en la aplicación de la llamada correlación canónica (HORST, 1961), dado que en este caso no se trata de la predicción de un criterio, sino de una combinación de criterios a partir de la combinación de procedimientos de tests.

La determinación del criterio resulta relativamente fácil en las modalidades deportivas en las que el rendimiento queda determinado con alta fiabilidad mediante unidades físicas de medida.

La regla general es que el criterio debe reflejar lo más específica y detalladamente posible la meta prevista del proceso selectivo. Veámoslo con ayuda de un ejemplo: nuestra meta podría consistir en efectuar la selección según el punto de vista común de la capacidad de rendimiento deportivo. Éste sería un criterio para el que se podría emplear cualquier medida de rendimiento, siempre que fuera fiable. Ahora bien, si nuestra meta consiste en efectuar una selección desde el punto de vista más especial de la capacidad de rendimiento deportivo bajo condiciones de competición, nos encontramos con una esfera de validez cambiada y precisaremos de un criterio más especial, más conciso, como, por ejemplo, el rendimiento en competición obtenido durante importantes eventos nacionales e internacionales. La diferencia entre ambos criterios quedará reflejada en el modo, el número, la validez y la inter correlación de las variables de predicción.

En el ejemplo citado podríamos dejar por sentado que el criterio «rendimiento en competición» contiene la característica «estabilidad emocional» en mayor medida que el criterio más general de «rendimiento». Esta característica se manifiesta ya sea directamente, por los valores de medida de un test de la estabilidad emocional, o indirectamente, por la influencia de la eficacia de esta característica dentro del criterio sobre el coeficiente de validez de las variables de predicción.

Dado que el tipo del criterio puede determinar también la elección del muestreo de análisis,37 queda de manifiesto que las decisiones relativas al criterio de rendimiento deben tomarse en el estadio más temprano del desarrollo de un procedimiento selectivo.

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