Comunicación entre deportistas
La comunicación deportista-deportista en condiciones de competencia.
Dr. Francisco Enrique García Ucha
Profesor Titular
UCCFD ¨Manuel Fajardo¨.
Decir comunicación es representarse a las personas llevando a cabo un intercambio de información ideas, emociones, habilidades, gestos y modelos de actuación, mediante el empleo de signos y palabras que impactan rápidamente sobre el comportamiento de cada una de las personas implicadas en este proceso.
Durante años los psicólogos del deporte le dedican atención a la comunicación, por su importancia para el funcionamiento de un equipo de deportistas. De esta manera, ha quedado registrada la influencia de lo que comunica el entrenador al deportista en todo el proceso de preparación deportiva, los entrenamientos y competencias y, de igual modo, lo que comunica el deportista a los entrenadores. Los estudios sobre este tema abarcan décadas de esfuerzos intentando establecer las formas más eficaces de llevar a cabo la interacción entre entrenadores y deportistas.
Lograr el entendimiento entre los que se comunican, consiguiendo un propósito en el deporte, en medio del entrenamiento o la competencia, es vital para la organización y regulación de las acciones. Hasta tal punto llega resultar trascendente la comunicación que se muestra cuando se eleva por encima del grado de preparación física, técnica y táctica. El equipo donde no hay una comunicación eficaz no puede llevar adelante las acciones tácticas y se encuentra paralizado, aunque fuera pronosticado como favorito para la victoria.
Sin comunicación eficaz no hay un hilo conductor que señale hacia donde colocar la atención de lo que ocurre, ni el grado de esfuerzo requerido, ni las maniobras imprescindibles para imponerse a un contrario o sí mismo.
La comunicación permite identificar los objetivos de cada miembro del equipo en consonancia con la situación, por ejemplo: de la competencia, intercambiar experiencias, modificar la información convirtiéndola en un conocimiento novedoso para todos y dar lugar a respuestas ofensivas o defensivas complejas inalcanzables a la comprensión del contrario y, de igual forma, la comunicación adecuada puede desarrollar la elevación del clima y estado emocional de los deportistas o contrariamente su ausencia o incorrecta elaboración puede crear desventajas por su tendencia a inhibir a las personas que la requieren o a la creación de conflictos por no comprensión o por exceso que dañan la autoestima de los participantes. Siempre se puede expresar algo que haga reventar emociones intensas.
Dada la complejidad del tema y la existencia de poder consultar las más diversas fuentes del tema, este trabajo esta dirigido a aspectos sobre los cuáles no es frecuente encontrar las experiencias existentes y quizás poco publicadas, como ocurre cuando nos detenemos en comprender las tendencias de la comunicación deportista-deportista. Se ha dado un tratamiento casi exhaustivo a la comunicación entrenador deportista, a la cual se le ha brindado la mayor atención, debido a las implicaciones que tiene para los estudiosos el rol psicológico del entrenador.
Al respecto, hay que llamar la atención de que la interacción entre jugadores es muchísimo más frecuente en condiciones de competencia. Entre ellos mismos, que la cuota de información que envía el entrenador, la cual no por su carácter cuantitativo o cualitativo deja de tener importancia cuando, sobre todo, son instrucciones para un plan de acción o el desarrollo de un esquema táctico, ahora bien, en el transcurso de las acciones del deportista dentro de la vorágine intensa del partido es vital comunicarse entre deportistas para conocer dónde es propicio moverse, pasar el balón, evitar a un contrario, anticipar lo que ya va a ocurrir de manera inmediata. Indicaciones acerca del espacio a ocupar, dónde captar las señales anticipadas de una jugada se realiza con un déficit de tiempo y a una gran velocidad que requieren tomar de decisiones creativas y su comunicación en fracciones de segundo.
Conocer cuáles son las condiciones que afectan la comunicación entre los deportistas es una ocupación de psicólogos del deporte. El conocimiento de las tendencias presentes en la calidad de la comunicación entre deportistas es vital para el desarrollo de la preparación mental de cada uno de los miembros del equipo. La identificación de estas tendencias en la comunicación entre deportistas en condiciones de juego no pueden ser fruto de las preferencias personales de los estudiosos sino de la evidencia de indagaciones realizadas con rigor y acompañados de los logros de la ciencia psicológica para no dejarse llevar por los cejos que, a veces, los resultados estadísticos de identificadores del comportamiento, por sí mismo no pueden llevar a las realidades del tema. Se trata del desarrollo de las ideas, de los fundamentos teóricos que utilicemos en el análisis los que pueden esclarecer la búsqueda científica.
Los estudios advierten que modifican la naturaleza de la comunicación deportista-deportista en condiciones de juego, los factores siguientes:
Éxito o desacierto de la actividad.
Fuerza de los contrarios e importancia de los partidos.
Nivel de preparación de los deportistas.
Estatus y papel de las interrelaciones interpersonales.
Algunas características individuales.
Estos factores influyen variando la conducta comunicativa de los deportistas y son empleados para influir sobre la eficacia de la actividad conjunta y sobre las relaciones interpersonales dentro del equipo.
Así, estas condiciones modifican: la dirección, la frecuencia, el contenido y la orientación de la comunicación.
1. Éxito en la actividad y comunicación.
El éxito es uno de los factores emocionales más fuertes que origina una u otras reacciones y por consiguiente, diversas formas de comunicación.
Un estudio hecho con voleibolistas mostró las relaciones entre el éxito y el carácter de la comunicación.
Si el marcador es favorable al equipo, la comunicación es frecuente, se caracteriza por contenidos de estimulación, por ejemplo, a continuar acciones correctas y el clima social es elevado, los jugadores se motivan unos a otros y se refuerza la necesidad de estar cohesionado.
Sin embargo, en el mismo partido, se observa al aumentar la cantidad de errores, la tendencia a la aparición de reprobaciones y criticas, además la disminución de la frecuencia de la comunicación e incorporación de los contenidos de advertencias, de inseguridad sobre las próximas jugadas de los contrarios.
Cualquier cambio en las condiciones de la actividad o la alteración del proceso de la interacción del equipo requieren las regulaciones correspondientes, y la reorganización de las acciones conjuntas de los jugadores. Estas correcciones son imposibles sin la comunicación adecuada de estos cambios, y ellas por tendencia disminuyen cuando el marcador es adverso.
2. La fuerza del contrario y la importancia del próximo juego.
El resultado de la comunicación depende, en mayor grado de la valoración de la fuerza de los contrarios. Podemos suponer que en los juegos contra el contrario más fuerte, el equipo interactúa en condiciones sumamente tensas y complejas con enorme número de obstáculos, por lo cual se requieran esfuerzos adicionales en la organización de las acciones conjuntas, en la corrección oportuna, teniendo en cuenta las condiciones más variables de las interacciones. En estos casos, puede se afecte la comunicación en el sentido de su disminución en frecuencia, variación de su contenido y dirección. La interacción de los jugadores del equipo durante el juego contra el contrario más fuerte puede llegar a ser menos exitosa, lo cual se puede constatar por el mayor número de errores. Se afecta la comunicación tendiente a hallar los medios más adecuados de solución de las tareas. Se puede manifestar insatisfacción por las acciones sobre los jugadores del propio equipo.
La curva crítica de la calidad de la comunicación se puede ver afectada.
De este modo, la intensidad de comunicación posee, conjuntamente con el carácter óptimo de la propia comunicación una importancia esencial en el éxito de la interacción de grupo.
Con el objetivo de que la interacción se desarrolle normalmente es necesario la confrontación constante y mientras más alteraciones y dificultades surjan en el proceso de juego, con una mayor intensidad deberán comunicarse entre si los deportistas.
De esta manera, en suma se puede prácticamente afirmar que la comunicación adecuada a las condiciones de interacción incluyen tales categorías (de comunicación), las cuales en el momento dado corresponden mayormente con la características de las próximas acciones del equipo, con el estado de los jugadores, es decir permiten hallar más rápidamente la decisión, coordinar las acciones del equipo, orientar o estimular a los jugadores para continuar esforzándose en la competencia a pesar de la acción de toda una serie de factores desagradables (errores, cansancio del equipo o acciones exitosas del contrario).
Por medio de la comunicación se realiza la función reguladora. El aumento de la intensidad de la comunicación adecuada se manifiesta favorablemente sobre la capacidad del equipo para recuperar las acciones exitosas de los compañeros de equipo y durante los errores y dificultades en la interacción de juego, la comunicación se reduce o surgen los conflictos en la interacción, continuar la comunicación en forma precisa y efectiva, garantizando el nivel necesario de organización de las acciones conjuntas.
Al desarrollar la preparación mental de los jugadores en el equipo, resulta conveniente prever la realización de ejercicios especiales para garantizar la comunicación bajo cualquiera de las condiciones que por tendencia la afectan negativamente. Precisamente en las situaciones con contrarios fuertes, se debería orientar a los jugadores principales la necesidad de mantener todo el tiempo la comunicación con sus compañeros de interacción.
Otra situación a considerar es la siguiente:
3. El grado de preparación de los deportistas y la comunicación. ¿En qué medida el nivel de preparación de los jugadores y su desarrollo atlético influyen sobre su conducta comunicativa?
En primer lugar, se encontró que esta preparación se produce durante la práctica deportiva, el dominio de habilidades y hábitos comunicativos, fruto de la interacción social realizada en la unidad de entrenamiento, las clases teóricas y la competencia.
Resulta evidente que la experiencia permanente de la interacción de las parejas en las situaciones de comunicación exigida por la práctica del entrenamiento y la competencia favorece la formación de los hábitos del intercambio interpersonal efectivo y el conocimiento de los jugadores entre sí, así como, la capacidad para establecer contactos entre ellos y mantener las relaciones necesarias para llevar a cabo una actividad exitosa.
Al respecto se ha concluido que el estilo de comunicación esta presente en los jugadores con mayores contactos entre si, los cuales ocupan la posición más favorable en el equipo.
Estos deportistas gracias a la experiencia acumulada se adaptan con facilidad en los equipos deportivos. En segundo lugar, del grado de desarrollo atlético de los deportistas depende directamente el grado de éxito de la solución de las tareas que requieren la ejecución efectiva de las acciones individuales, de equipo, y dentro del equipo. Esto nos lleva a considerar que los equipos deben estar conformados de manera heterogénea, con jugadores de mayor formación atlética y otros de nueva incorporación. La interacción de los primeros es vital al equipo y en un orden de preferencia frente los nuevos jugadores con menor experiencia.
En suma, es de destacar que para los jugadores que comienzan, los cuales poseen una preparación débil y poca experiencia de juego, la comunicación no tiene un carácter de valoración de importancia para el resto de los jugadores de más experiencia. Aun cuando en ciertas circunstancias ocurra que estén mas esclarecidos que el resto de los jugadores
Los jugadores de mayor experiencia por regla actúan tratando de emplear las señales anticipatorias de las acciones de los contrarios como garantía para la planificación y ejecución de las acciones. En ellos la comunicación esencialmente realiza una función de orientación y en algunos casos de regulación.
Una condición a considerar en el desarrollo de la comunicación entre deportistas resulta ser:
4. La armonía del equipo.
Es un anhelo de todo entrenador poseer equipo con alta cohesión expresada en la existencia de pensamiento único, el cual se tipifica por su buena organización y coordinación de las acciones, cuyos integrantes sean capaces de comprender entre si, solos, con medias palabras, y al mismo tiempo, puedan hallar las decisiones más acertadas en las situaciones de juego más tensas, que sean capaces de pensar creadoramente, ejecutando la táctica del entrenador en la cancha y conservando todo el tiempo el cuadro general del juego. ¿Como lograr una elevada armonía en el equipo?
¿Qué papel juega la comunicación interpersonal de los jugadores con vistas a llegar a alcanzar esta armonía?
¿Qué cambios ocurren en la comunicación de los deportistas, a medida que elevan su armonía?
En este sentido, es fundamental que cada jugador este consciente, focalice y priorice los objetivos y metas fundamentales del equipo.
Las relaciones armoniosas dentro del equipo dependen de muchos factores de los cuales puede disponer y controlar el entrenador y la exposición de los mismos requiere una exposición más allá del tema aquí descrito, aún cuando uno de esos factores es la propia comunicación.
Cuando en el equipo el grado de armonía es bajo se afecta la comunicación en el mismo sentido de las situaciones negativas anteriores, un descenso de su frecuencia, contenidos conflictivos y baja interinfluencia de la conducta en el transcurso de la actividad.
Igualmente la comprensión recíproca entre las personas sobre la base de un conocimiento como resultado recíproco de la comunicación.
La última situación a destacar en la afectación de la comunicación entre deportista es:
5. Las características personales de los jugadores.
En este trabajo aparece como la última de las situaciones quizás sea la que más ocupación tenga de psicólogos entrenadores y sin embargo en realidad tiene un peso relativamente menos intenso, debido a que el deportista desde que forma parte del equipo ha logrado asumir en gran parte las características sistémicas del equipo y ha colocado sus propias características en función del equipo.
Las relaciones de los jugadores están orientadas personalmente y fijadas funcionalmente en los elementos principales siguientes:
Atraer la atención de los compañeros de equipo
Focalizar las acciones propuestas en cada situación.
Designación de su papel en las mismas.
Concretar los momentos principales en que se exige la interacción, los desplazamientos propios en el conjunto de la acción del equipo, altura y dirección de las acciones con el balón.
Concentración, memorización y precisión del plan trazado previamente y sus variantes tácticas durante el juego.
Manifestación de su comprensión de la táctica trazada por el equipo bajo la dirección del entrenador y de las orientaciones previas al juego.
0 comentarios