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La Bitácora del Dr. Ucha

Estrategia educativa para la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual

Estrategia educativa para la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual

Dr. C. Keyla Rosa Estévez García

Licenciada en Educación, especialidad Biología (1995), Doctora en Ciencias Pedagógicas (2008). Tiene una amplia experiencia en el trabajo con los niños y adolescentes a partir de su desempeño durante 15 años como cuadro de la OPJM en los diferentes niveles. Se desempeña como Especialista en Estudios Sociales del Centro de Estudios sobre la Juventud y su área de investigación es Educación. Es miembro de la Asociación de Pedagogos de Cuba.

keyla@opjm.ujc.cu

Trabajo presentado en el Congreso Internacional PEDAGOGÍA 2013

Resumen

La ponencia presenta una Estrategia Educativa para la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual. Contiene una breve caracterización del grupo etáreo con que se trabaja en este nivel; aborda el papel de la Organización de Pioneros José Martí en la formación del adolescente cubano. Analiza profundamente el destacamento pioneril y su autodirección en la secundaria básica cubana actual y particulariza en ella como contexto esencial donde se desarrolla la Organización.

Se propone una Estrategia Educativa, que persigue como objetivo general, contribuir a la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual; fundamentalmente en el destacamento, compuesto por el grupo de pioneros, los pioneros con cargo y el guía, en sus interrelaciones y dinámica. Se precisan los fundamentos,  principios y características que identifican la estrategia educativa y se presentan las tres etapas, sus objetivos y el sistema de acciones. La secuencia metodológica revela la sucesión de momentos y acciones de las tres etapas, ordenadas de modo tal, que cada una está condicionada por las anteriores, se presuponen y complementan, en las cuales adquieren concreción los objetivos y en el despliegue de sus acciones se aplican diferentes métodos pedagógicos, vías y formas que refuerzan la función educativa de la estrategia para la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual.

 

Se proclama universalmente la urgencia de asumir a los niños y adolescentes como sujetos de derechos, como consta en la Convención sobre los Derechos del Niño; lo que implica no solo cambios en la legislación, sino que constituyen guía para los gobiernos, instituciones, organizaciones y los funcionarios que se encargan de su atención, en todas las esferas de su vida. “En un mundo diverso y complejo, donde los cambios se suscitan con relativa facilidad, los espacios socializadores para el desarrollo de los adolescentes no siempre resultan apropiados. Estos no son ajenos a los problemas de la globalización ni sus consecuencias relativas  a la pobreza, la incultura, el hambre, la drogadicción y la prostitución. Por todo ello, una mirada a la adolescencia implica necesariamente adoptar un accionar estratégico que, a partir del diagnóstico efectivo, posibilite transformaciones serias en su personalidad y realidad social”. 

Cuba se abre paso con un proyecto social y educacional que propende y aspira al pleno desarrollo del ser humano. En la Constitución de la República  se reconoce y estimula a las organizaciones de masas y sociales, que surgieron en el proceso histórico de las luchas del pueblo cubano, que agrupan en su seno a distintos sectores de la población; representan sus intereses específicos y los incorporan a las tareas de la edificación, consolidación y defensa de la sociedad socialista.

En el caso de las organizaciones juveniles, su influencia en el proceso educativo resulta cada día más importante. En particular, la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) forma parte del sistema de influencias que, con carácter organizado, dirigido y sistematizado, se ejerce sobre los niños, niñas y adolescentes cubanos, a partir de una concepción pedagógica que tiene sus raíces en el pensamiento martiano y se enriquece con las ideas renovadoras del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz. Esta Organización constituye un importante espacio para el ejercicio de los derechos y deberes de los adolescentes como futuros ciudadanos y como complemento para su formación integral. Las transformaciones económico-sociales que ocurren en Cuba en los últimos tiempos y el vertiginoso desarrollo que alcanzan las actuales generaciones exigen  revolucionar la educación y, especialmente, la enseñanza secundaria básica. Esto plantea a la OPJM, realizar las transformaciones que permitan hacer más efectiva su influencia sobre los destacamentos pioneriles y cada uno de sus miembros.

El nuevo modelo educativo de la secundaria básica y su concepción del Profesor General Integral, también plantean grandes retos a la OPJM, al tener que cambiar su estructura, interactuar con nuevos actores y espacios educativos que se insertan en el ámbito escolar y contribuir a la preparación del docente en su doble condición de profesor y guía de pioneros. El objetivo más general del nuevo modelo de la actual escuela secundaria básica es la formación multilateral y armónica del educando, para que se integre a la sociedad en que vive y contribuya a su desarrollo y perfeccionamiento, lo que coincide con el fin que se propone la Organización de Pioneros José Martí.

Al profundizar en las interrelaciones de la OPJM y la escuela secundaria básica, además, es imprescindible profundizar en las características de los adolescentes: sus necesidades, intereses, motivaciones, sentimientos, gustos, aspiraciones, valores, convicciones, relaciones con el medio circundante, con los adultos y sus coetáneos, entre otros indicadores de su actividad de vida.

Al egresar de este nivel, los adolescentes, deben asumir determinaciones en el campo profesional, entre ellas si se incorporan a las opciones que le ofrece la enseñanza técnica profesional o al preuniversitario; se enfrenta además, a una nueva organización estudiantil, la FEEM, con exigencias de autorregulación y autodirección mucho mayor. Particular significación tiene también el desarrollo de la responsabilidad sexual; pues es en esta etapa cuando comienza el desarrollo de la autodeterminación y la conformación de la pareja, esencial para su futura familia. En este período tiene lugar el proceso para el ingreso a las filas de las organizaciones políticas y de masas; donde deberán mostrar disposición y desarrollo en la valoración de otros y su propia autovaloración.

La adolescencia es un período de definición moral y política donde se establecen posiciones y criterios propios, pero el análisis de las relaciones sociales debe hacerse sobre la base que la actividad fundamental es la interacción con el grupo, donde se produce el desarrollo de su identidad y autonomía.

El destacamento pioneril de secundaria básica, busca y exige espacios para el debate, la reflexión y la creación, procesos que implican un compromiso grupal, y estimulan la autorregulación para alcanzar los objetivos y metas propuestas; sobre la base de la posición del grupo como sujeto de la educación, es necesario lograr un mayor nivel de cohesión, implicación y compromiso de sus miembros ante las tareas y un mayor nivel de autonomía y autodirección.

La sociedad cubana exige a los adolescentes la toma de decisiones y disposición para la organización y dirección de su propio desarrollo y el de su colectivo, como vía para su incorporación activa y responsable a las tareas sociales.

La autodirección actúa como organizador social de espacios, de experiencias, de alternativas, de pensamientos colectivos, de autoconocimiento del destacamento y sus potencialidades y debilidades. De este modo, la autodirección aparece como inherente a todo aprendizaje de vida donde se articulan las representaciones: individual, grupal y social.

Bajo la influencia de estas tendencias y reflexiones y de los acelerados cambios que tienen lugar en la escuela secundaria básica se incrementa la necesidad de perfeccionar el proceso educativo que realiza la OPJM, para el cumplimiento del fin y los objetivos de este nivel educacional.

Todo esto, confirma la necesidad de fortalecer los métodos que permitan un mejor funcionamiento de la OPJM en su célula básica: el destacamento, a partir de una estrategia educativa que contribuya a la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual mediante, el accionar coherente de las influencias que recibe el adolescente por parte de la OPJM y el MINED.

El presente trabajo responde a un encargo social que se hace cada día más importante e impostergable: “Vivimos en una etapa histórica de cambios y creciente complejidad, por ello, los desafíos que enfrenta cada nueva generación son siempre mayores que los de sus antecesores. Esta es una de las principales razones por las cuales el proceso de formación y desarrollo de la juventud, en especial de la adolescencia, resulta absolutamente estratégico. De su eficacia dependerá, en gran medida el curso de la historia”. 

DESARROLLO

La Organización de Pioneros José Martí se sustenta en el ideario martiano, del cual lleva su nombre y se inspira en el ejemplo del Che, como paradigma para la formación de todos sus miembros. Esta Organización de masas agrupa a la inmensa mayoría de los adolescentes cubanos, que voluntariamente deciden pertenecer a ella y asumen los deberes y derechos que ella establece. La OPJM asume una amplia gama de edades, por ende,  sus miembros tienen una gran diversidad de intereses.  De ahí que se organice en niveles y etapas, incorporando a los pioneros de 7mo a 9no en el segundo nivel de la etapa José Martí. 

La influencia educativa que ejerce la OPJM sobre los adolescentes cubanos que asisten a la escuela secundaria básica se plasma en el fin a lograr: “Contribuir  a la formación general integral de los niños y adolescentes cubanos, en el amor a la patria socialista y a la naturaleza; al propiciar su participación en los movimientos culturales, deportivos, recreativos, ambientales, de trabajo social, de investigación y de formación vocacional para que sean dignos relevos de la Juventud Comunista y garanticen la continuidad del proceso revolucionario cubano”. 

La presente investigación se ocupa de la actividad de la Organización con los pioneros que asisten a la secundaria básica y concibe al adolescente como una persona que se encuentra en un período de profundas y aceleradas transformaciones en toda su personalidad, a nivel físico, emocional, afectivo, entre otros; que va desde el inicio de la pubertad (alrededor de los 11 ó 12 años) hasta los 15 ó 16 años aproximadamente; que se enfrenta a cambios radicales en todas las esferas de la vida sexual, educacional, moral, social, entre otras; y que requiere de apoyo y recursos de todos los contextos con los que interactúa para alcanzar ciertas metas, tales como la elaboración de su identidad y el planeamiento y desarrollo de un proyecto de vida satisfactorio; que al final, se manifieste en su nuevo papel en la sociedad; dando paso al inicio de la juventud.

                En la situación del adolescente, el salto se hace agudo y riesgoso, al inicio de esta etapa se encuentra bajo la autoridad y el control absoluto de los mayores y deberá desarrollar las competencias que le permitan en unos breves años autodeterminarse, tomar decisiones trascendentales para él y quienes le rodean, a fin de poder desempeñarse de manera independiente y responsable en la vida de pareja, familiar, laboral y social en general. Deben comenzar a manifestarse, de manera más estable, un conjunto de cualidades de la personalidad, lo que se expresará en el logro de niveles crecientes de autorregulación que permitirán la autodirección en los disímiles órdenes de su vida presente y futura.

Al asumir, las posiciones de O. D´ Angelo quien formula como objetivo principal de la autodirección de la personalidad: la transformación del individuo en persona que se dirige a su autodesarrollo y autorrealización mediante actos bien razonados y comprometidos con los objetivos de progreso humano y social. Y se define como: “Los estilos y mecanismos psicológicos de regulación y acción que implican estrategias y formas de autoexpresión e integración personal y de autodesarrollo. Con ello se destaca la estructura psicológica de la autodirección personal como: el conjunto de procesos de autodeterminación y autorregulación  de la personalidad orientados hacia fines generales del individuo, que conforman las líneas temáticas y los mecanismos de cohesión y consistencia personal a través de los proyectos de vida”. 

En consecuencia, el autodesarrollo de la personalidad del adolescente requiere de la conjugación y desarrollo armónico de diferentes procesos que parten del autoconocimiento, lo que conlleva al desarrollo de: la autonomía, autorreflexión, autocrítica, autovaloración, entre otros y, finalmente la autorregulación y autodirección de la personalidad en todos los órdenes de la vida.

La autodirección funge como organizador social de espacios, de experiencias, de alternativas, de elaboración conjunta, de pensamientos colectivos, de autoconocimiento del grupo y sus potencialidades y debilidades. De este modo, la autodirección aparece como inherente a todo aprendizaje de vida y de límites sociales, donde se articulan las representaciones individuales, grupales y sociales.

El análisis de las relaciones sociales de los adolescentes plantea que la actividad fundamental de esta etapa es la interacción con el grupo, constituyendo este, el espacio fundamental para el desarrollo de sus socialización.

El adolescente se identifica con un grupo en el que coexisten intereses, valores, puntos de vista comunes, que son propios de sus edad, llegando a sentirse comprendido por los miembros de ese grupo, lo que no siempre ocurre en las relaciones con los adultos. Es por esto que el grupo se erige en fundamental objeto de orientación y aprobación de su conducta, por lo que contribuye a la asimilación de normas morales que se establecen en un seno y que todos sus miembros deben cumplir como: el respeto, la ayuda mutua y la confianza.

La autodirección destaca la proyección y realización personal y social constructiva, autónoma y desarrolladora. De ahí que la autodirección en el desarrollo de la personalidad del adolescente puede ser vista como proceso interpersonal, grupal y organizacional. Fundamentos que conducen a profundizar en la necesidad de contribuir a la autodirección de la personalidad del adolescente, a partir del proceso de autodirección pioneril, sobre la base del grupo, su dinámica y funcionabilidad en la secundaria cubana actual.  

La OPJM, ofrecen una contribución importante en el desarrollo de la autodeterminación de sus miembros, debido a la existencia de mecanismos educativos y grupales que tienen lugar en ellas y que resultan determinantes en su preparación para la  vida.

En el caso particular de este estudio, se hace evidente una situación grupal que potencie la individualidad. El destacamento pioneril asigna una serie de roles, de manera consciente o inconsciente, e incrementa la sensación de pertenencia, saber, crecimiento, poder, elaboración, creatividad, entre otros; procesos, que indican directamente a la autonomía y autorregulación del propio destacamento y cada uno de sus miembros. En este caso se trata del grupo docente que se forma y organiza según la secundaria básica y que coincide con el destacamento pioneril.

El estudio del adolescente, el destacamento pioneril y su autodirección, sitúan al investigador ante la necesidad de reflexionar acerca del grupo, la autodirección pioneril y su papel en el crecimiento personal; desde el  lugar preponderante que ocupa el grupo en el período de la adolescencia.

                La Organización de Pioneros considera la autodirección pioneril como el proceso de implicación autónomo y autorregulado del pionero en la vida de su Organización para el logro de sus fines y objetivos sobre la base de las necesidades, intereses y motivaciones tanto individuales como grupales.

Además de la definición de los roles y funciones que se declaran en los documentos rectores de la Organización, para contribuir a  la autodirección pioneril se requieren otros elementos que parten de las propias potencialidades del destacamento, su estructura y organización; de las características de la secundaria básica actual y, en última instancia, de las necesidades, motivaciones e intereses propios del adolescente en la actualidad. 

La OPJM comparte con la secundaria básica actual la premisa fundamental de la vida en la escuela que debe caracterizarse por un clima favorable al estudio y al trabajo; donde los docentes y alumnos sean protagónicos en todo su diseño y funcionamiento. Esto se particulariza con el compartimiento de roles del Profesor como guía de pioneros, su nivel de conocimiento y dedicación, el vínculo con la familia, la organización del horario único y flexible; lo que debe propiciar la comunicación estrecha con el grupo de adolescentes, conocer los aspectos de la vida que le provocan mayor interés y el tipo de orientación social que va construyendo.

La secundaria básica cubana actual demanda del adolescente una esfera de relaciones sociales mucho más amplia, no circunscrita a los amigos de la infancia, a los coetáneos del barrio; en ella contraen nuevas responsabilidades sociales. Es por eso, que la inserción del PGI, como guía de pioneros, en sus actividades y vida en general debe ser muy cuidadosa para no provocar rechazo o se considere una intromisión en su Organización que provocaría su protesta y ofensa.

La labor educativa, desde la imbricación de la escuela y la Organización de Pioneros, es decisiva en la orientación del adolescente; ya que este se enfrenta constantemente a nuevas situaciones, información y transformaciones culturales, políticas y sociales, nacionales e internacionales.

La comunicación se ubica en el centro del proceso pedagógico de la OPJM y de la escuela, permite la comprensión entre los adolescentes en su actividad escolar y pioneril, elemento fundamental en el desarrollo de su personalidad. Por ello, los métodos de trabajo que la Organización emplea en sus movimientos, procesos y actividades toman en cuenta que, para los adolescentes la relación con sus semejantes entra en la esfera de las relaciones propias, íntimas, en las cuales actúa de forma independiente. Todo ello alcanza su máxima expresión al organizarse la escuela, de forma tal, que el pionero transita los tres cursos de la secundaria con el mismo grupo docente-destacamento y el mismo profesor-guía; situación que favorece la sistematicidad del desarrollo del proceso educativo.

La labor conjunta de la escuela y la Organización de pioneros se favorece también, porque el nuevo modelo de la escuela secundaria organiza el horario de, forma tal, que el pionero permanece en la institución mucho más tiempo, a partir de la doble sesión. De ello se deriva la importancia de que se ofrezcan los espacios y motivaciones necesarios para la reflexión, el intercambio, el debate, el análisis de sus preocupaciones y conflictos; la actividad grupal y el trabajo en equipos, crean condiciones que posibilitan el desarrollo de la autovaloración, la toma de decisiones en el seno de los destacamentos y bajo su influencia.

Se enfatiza en un mejor aprovechamiento de las influencias grupales que ejercen una acción positiva en la formación de las orientaciones valorativas y de las opiniones morales y sociales, que con frecuencia todavía no están solidificadas en las edades tempranas de la vida. Para todo ello, la influencia de la escuela resulta decisiva pero no suficiente; la OPJM puede contribuir a encauzarlas en sus actividades, movimientos, procesos y funcionamiento, en general.

El rol que corresponde a la OPJM en el proyecto educativo de la secundaria básica se reelabora y transforma en la medida en que avanza la aplicación del nuevo modelo; como resultado del seguimiento, observación y valoración de la actividad de los pioneros con un enfoque personalizado, como expresión de los cambios que en ellos se producen y a partir de su participación activa en cada una de las actividades de la OPJM.

                El sistema de principios de la OPJM expresa concepciones básicas que sirven de punto de partida para determinar los objetivos, contenidos y procedimientos del trabajo de la Organización y representan las normas que regirán la acción del destacamento, en particular en la secundaria básica.

                Entre los principios de la OPJM , que para la presente investigación resultan de suma utilidad, se encuentran el de la participación, entendida como la intervención activa y consciente en la toma de decisiones de la vida pioneril, a partir del conocimiento y el compromiso con la Organización; el de la vida colectiva, dirigido al trabajo para desarrollar sólidos sentimientos de unidad entre sus miembros y propiciar que la iniciativa creadora, de cada uno, se ponga en función de las metas del destacamento; el de la sistematización, para el cual resulta clave que el funcionamiento y el sistema de actividades de la Organización se realicen de forma sistemática, estable e ininterrumpida.

                Un lugar especial corresponde al Principio de la autodirección, él que se define en los documentos normativos de la siguiente manera: “La Organización de Pioneros es de los adolescentes y para ellos, por lo que ha de trabajar en interés de que estos actúen de manera activa, tanto en la planificación, organización y desarrollo de sus actividades o tareas, como en el despliegue de iniciativas y soluciones relacionadas con el diverso mundo de su creciente actividad social. Todo ello encauzado debidamente por el adulto, quien ha de reconocer que su labor en este sentido se basa esencialmente en el apoyo a las estructuras pioneriles, en tomar en consideración la fuerza que representan, en brindar un consejo o dar una orientación debidamente argumentada”.

                En el análisis de estos principios, se pone de manifiesto el carácter personológico del quehacer educativo de la OPJM y, el papel activo de los pioneros en la construcción de la sociedad, desde las posibilidades que les permite su edad. Así mismo, se destaca la importancia de la unidad del destacamento para participar de la vida pioneril activa y sistemáticamente; elementos fundamentales para lograr la autodirección pioneril, que se sustenta, además, en los objetivos de la Organización para esta etapa y nivel.54

                Lograr estos objetivos presupone que los pioneros asuman patrones normativos propios y se comprometan con ellos; definir principios organizativos concretos, a partir de los generales, que rijan sus interacciones y prácticas individuales y, a la vez, los conduzcan a la autodirección pioneril; para ello se cuenta con el sistema de relaciones y la comunicación que se establecen durante el funcionamiento de la Organización en su conjunto y del destacamento en particular.

                El destacamento en la secundaria básica es una agrupación peculiar porque: es una estructura básica de una Organización de masas, que coincide con el grupo docente; lo integran adolescentes, pero incluye a un adulto y, tiene un sistema de relaciones internas y externas. Las relaciones internas se establecen entre: los propios pioneros, los pioneros con cargo y los demás miembros del destacamento, los pioneros con cargo y el guía base y, entre este, y todos sus integrantes. Hacia el exterior, el destacamento establece relaciones con la Presidencia del colectivo pioneril, con los demás destacamentos, con el guía base; la dirección de la escuela y todo el contexto escolar, donde se incluyen la familia y la comunidad.

                El sistema de relaciones del destacamento surge en los procesos, movimientos pioneriles y otras actividades que realiza la OPJM, mediante los cuales se despliega su funcionamiento. El guía juega un papel determinante, por ser el adulto que participa en la dinámica y funcionamiento del destacamento porque formar parte de este. Actualmente la mayoría de los guías (profesores generales integrales) tienen edades cercanas a la de los pioneros de la secundaria; ya que la mayor parte tiene entre 17 y 24 años de edad. Esto favorece las posibilidades de comunicación, el empleo de similares códigos que los del grupo y el acercamiento a los intereses y motivaciones de sus pioneros; elementos que deben explotarse al máximo para potenciar la autodirección pioneril.

Por otra parte, el no haber culminado su formación y la falta de experiencia de estos guías, incrementa la necesidad de fortalecer su preparación sistemática, para contribuir a que favorezcan la autonomía y autorregulación del destacamento; se conviertan en preceptores que permitan la participación y creatividad de todos y cada uno de sus pioneros y, así estimulen sus potencialidades para alcanzar la autodirección pioneril en el destacamento.

El proceso de autodirección pioneril comienza a fomentarse desde que el destacamento pasa de ser una masa o conjunto de pioneros; hasta que se organicen y aprendan modos más efectivos para trabajar juntos, desarrollen la confianza mutua; se abran a nuevas experiencias; se sientan libres para participar activamente en las actividades; establezcan determinados procesos para la toma de decisiones y se sientan responsables de sus aprendizajes, decisiones y roles en determinadas actitudes, comportamientos, acciones y actividades.

La toma de decisiones es uno de los elementos que adquiere mayor significado y relevancia, por ser de los más afectados en la realidad del adolescente, del destacamento y del colectivo, en general. Numerosas investigaciones realizadas por el ICCP, el MINED y la OPJM constatan la falta de preparación y la carencia de espacios y actividades suficientes para la toma de decisiones individuales y grupales, incluso rara vez los pioneros la asocian con la autodirección pioneril.

La asamblea pioneril es fundamental para propiciar la autodirección. Es el espacio idóneo para que el destacamento tome decisiones con respecto a sus actividades, seleccione las temáticas de su interés a debatir y profundizar, desarrolle altos niveles de autorreflexión y autovaloración sobre los conflictos propios del destacamento y sus valores. Pero, en la práctica se constata que se pierden estas potencialidades y se reduce a la evaluación de los pioneros y sus sugerencias para la realización de actividades, incluso ese proceso de evaluación no se optimiza para elevar la autoevaluación de cada pionero y del destacamento en general, así como para la propuesta de metas con el propósito de transformarse y desarrollarse cada miembro y el destacamento.

Uno de los componentes fundamentales de la autodirección pioneril es la  conducción del sistema de actividades para la satisfacción de las necesidades, intereses y motivaciones individuales y colectivas de los pioneros; mediante su planificación, organización, ejecución y control. En este caso, la OPJM ofrece valiosos espacios y actividades para contribuir a su realización y satisfacción.

El proceso de autodirección pioneril comienza a fomentarse desde que el destacamento pasa de ser una masa o conjunto de pioneros; a que se organicen y aprendan modos más efectivos para trabajar juntos, desarrollen la confianza mutua; se abran a nuevas experiencias; se sientan libres para participar activamente en las actividades; establezcan determinados procesos para la toma de decisiones y se sientan responsables de sus aprendizajes, decisiones y roles en determinadas actitudes, comportamientos, acciones y actividades. 

La toma de decisiones es uno de los elementos que adquiere mayor significado y relevancia, por ser de los más afectados en la realidad del adolescente, del destacamento y del colectivo, en general. Numerosas investigaciones realizadas por el ICCP, el MINED y la OPJM constatan la falta de preparación y la carencia de espacios y actividades suficientes para la toma de decisiones individuales y grupales, incluso rara vez los pioneros la asocian con la autodirección pioneril.

La asamblea pioneril es fundamental para propiciar la autodirección. Es el espacio idóneo para que el destacamento tome decisiones con respecto a sus actividades, seleccione las temáticas de su interés a debatir y profundizar,  desarrolle altos niveles de autorreflexión y autovaloración sobre los conflictos propios del destacamento y sus valores. Pero, en la práctica se constata que se pierden estas potencialidades y se reduce a la evaluación de los pioneros y sus sugerencias para la realización de actividades; incluso ese proceso de evaluación, no se optimiza para elevar la autoevaluación de cada pionero y del destacamento en general; así como para la propuesta de metas con el propósito de transformarse y desarrollarse cada miembro y el destacamento.

Uno de los componentes fundamentales de la autodirección pioneril es la  conducción del sistema de actividades para la satisfacción de las necesidades, intereses y motivaciones individuales y colectivas de los pioneros; mediante su planificación, organización, ejecución y control. En este caso, la OPJM ofrece valiosos espacios y actividades para contribuir a su realización y satisfacción, tales como: los Procesos pioneriles; entre los se incluyen, para este nivel: las Elecciones Pioneriles, la Emulación, el Crecimiento a la UJC, el Otorgamiento de aval para la continuidad de estudios y la Despedida de la Organización; Talleres  pioneriles y la amplia gama de Movimientos Pioneriles.

La complejidad de la autodirección pioneril evidenció la necesidad de su abordaje desde un análisis psicopedagógico, a partir de las características y potencialidades que encierra el destacamento y las nuevas condiciones de los contextos en que se desarrolla en la actualidad; lo que exigió un estudio diagnóstico de la autodirección pioneril en la secundaria básica actual.

La estrategia consiste en cierto ordenamiento de las acciones en el curso de la resolución de un problema, en el cual cada paso es necesario para el siguiente.  Estas secuencias de acciones están fuertemente orientadas hacia el fin a alcanzar.  La persistencia en un procedimiento o su cambio está también relacionada con el éxito logrado en la consecución de un fin. Que exista un encadenamiento de acciones orientadas hacia un fin no implica un único curso de los procedimientos; sino que las repeticiones, marchas y contramarchas atestiguan las múltiples decisiones que el sujeto adopta en el intento de resolver el problema. Frente al mismo objetivo es posible desarrollar diferentes estrategias. 

La Estrategia debe ser Educativa porque permitirá la proyección de un sistema de acciones a corto, mediano y largo plazo que permiten la transformación de los modos de actuación de los escolares  para alcanzar en un tiempo concreto  los objetivos comprometidos con la formación, desarrollo y perfeccionamiento de sus facultades morales e intelectuales.

El objetivo general de la Estrategia es contribuir a la autodirección pioneril en la  secundaria básica cubana actual y consta de los siguientes componentes: Introducción; Fundamentos filosóficos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos; Principios; Objetivos y acciones generales por etapas.

Principios de la Estrategia Educativa

Los principios de la Estrategia Educativa que se presentan, están determinados por las leyes del propio proceso educativo y constituyen postulados generales que indican las características que una sociedad desea y necesita que adquiera dicho proceso; están en concordancia con las características del grupo etáreo para quien fue elaborada: los adolescentes y la autodirección pioneril a la que se aspira.

Principios del carácter científico y de la educación integral: En las acciones se tiene en cuenta el carácter científico de este proceso y la importancia que reviste la inclusión activa del pionero en las actividades de su destacamento y colectivo pioneril lo cual, no solo estimula el autoconocimiento y autovaloración, sino que además, conduce a importantes cambios en su contenido, incidiendo en el desarrollo de la autorregulación consciente. En la elaboración de los materiales, la orientación a los guías y la conducción del trabajo con el destacamento es necesario tenerlo en cuenta, como condición fundamental.

Preparar al destacamento para la planificación sistemática y ordenada de las actividades de su Organización, los prepara en la formulación de objetivos y metas y los entrena en la proyección anticipada y la toma de decisiones, planteándose tareas en todos los órdenes de la vida de acuerdo con sus características y posibilidades.

Principio de la unidad de los procesos instructivos y educativos: desde el enfoque histórico-cultural, la estrategia se concibe como la unidad de estos procesos, cuyo objetivo esencial es el desarrollo de la personalidad del pionero, de su autodeterminación, a partir de su papel protagónico en el proceso. Ser sujeto del proceso educativo implica que el pionero intervenga activa y conscientemente en su propia formación, y contribuya al desarrollo de los demás. Lograr que el destacamento, como grupo, se convierta en sujeto de la actividad educativa es propósito de la Estrategia Educativa desde este enfoque, ya que se estimula su autoperfeccionamiento, la educación se convierte en autoeducación.

Principio de la vinculación de la teoría y la práctica: los conocimientos que adquieren los pioneros son de escaso valor cuando no se fundamentan y se comprueban en la práctica, cuando no están al servicio de la comprensión y la transformación de su realidad, cuando no adquieren significado para ellos y se les revela su utilidad. Es importante lograr que, en todas las actividades pioneriles, la práctica sea el punto de partida, la motivación y fuente para el razonamiento teórico; su implicación directa en las actividades se convierte en criterio de veracidad y campo de aplicación inmediata de los conocimientos.

Es muy importante que los logros en la formación de convicciones, valores, actitudes, hábitos, se evalúen por la observación del comportamiento integral de los pioneros  y no por respuestas orales o escritas a determinadas preguntas. El conocimiento de este tipo de evaluación y su aplicación influye poderosamente en las proyecciones de trabajo del guía, el conocimiento de sus pioneros y la aplicación de modos de actuación que estimulen el autoconocimiento y la autodeterminación del destacamento en general.

Principio de la sistematización: se expresa en un sistema orgánico y coherente de actividades que responde a los objetivos que concretan el fin de la Organización y, toma en cuenta, las características de los pioneros, sus destacamentos y los colectivos, y se conciben como un proyecto educativo integral en la Estrategia Educativa.

La planificación sistemática y ordenada por grados, de las actividades a realizar durante los tres años, en correspondencia con lo que se aspira en cada uno de ellos. Diferenciar las acciones, según los sujetos que intervienen y el papel que cumplen: el guía, los pioneros con cargo y los pioneros en general. Para lograr el establecimiento de hábitos, es necesario planificar actividades que exijan la repetición periódica de determinadas formas de conducta, la continuidad de las actividades pioneriles en los diferentes períodos y donde quiera que esté: la escuela, el huerto, el palacio, el campamento, la casa, el barrio, entre otros.

Principio de la combinación del papel dirigente del guía y la actividad independiente del pionero e iniciativa del destacamento: se pone en práctica al considerar al destacamento como organismo activo para la dirección, la planificación, la organización y la valoración de todo el trabajo en la vida pioneril. A partir, de concebirlo en función de que el destacamento se fije objetivos y metas, sea quien elabore sus planes de actividades, las lleve a vías de hecho y evalúe su cumplimiento, con la ayuda y la orientación del guía.

Considerar en la estrategia que la educación de la personalidad tiene lugar en el sistema de interrelaciones con los coetáneos; hará que el destacamento actúe colectivamente en situaciones específicas directamente relacionadas con sus objetivos, tomará en cuenta diferenciadamente las necesidades y potencialidades de sus miembros, ejerciendo influencia sobre la personalidad individual y, la actividad colectiva será más efectiva, ya que el grupo constituye la vía o mediación entre la estructura social y la estructura individual de la personalidad.

Principio de la atención individual de los pioneros sobre la base del trabajo con el destacamento: lograr mayores resultados en el proceso educativo de la Organización, requiere aprovechar las oportunidades formativas que se derivan de la actividad común de los pioneros en el destacamento y el colectivo, pero también se hace necesario prestar atención a las peculiaridades individuales que pueden canalizarse hacia el desarrollo de habilidades especiales. Para ello es conveniente brindar una amplia opción de actividades de distinto tipo y detectar las inclinaciones y aptitudes individuales con el objetivo de propiciar su incorporación a los talleres o grupos que conformen un movimiento.

Principio de la unidad y coherencia del sistema de influencias educativas: un principio esencial de la concepción leninista de educación y de la estrategia propuesta. Implica, transformar el sistema de dirección de la escuela y la OPJM a partir, tanto los intereses y necesidades de la sociedad, de la Organización y de la escuela secundaria básica, como de los del destacamento y de los pioneros.

Concibe el trabajo grupal que se desarrolla, en una atmósfera de interacción conjunta y coordinada entre los participantes, bajo la conducción del guía, lo que posibilita  el surgimiento de relaciones de interdependencia y control mutuo, a lo interno del destacamento. Estas condiciones propician  el surgimiento de una verdadera colectividad, promueven la autogestión, la descentralización y la diferenciación, según el contexto de la organización y de la escuela. Por otra parte, incrementan las posibilidades de interactuar con los demás factores que integran la comunidad escolar, así como la apertura de la Organización al entorno comunitario. La democratización de la escuela es un importante paso para la democratización de la sociedad.

Características generales de la Estrategia Educativa

Además de los fundamentos y principios, la Estrategia Educativa que se propone se caracteriza por ser:

•              Sistémica, al considerar a todos y cada uno de los factores que intervienen en el proceso de la autodirección pioneril, desde el rol que cumplen en la OPJM y abarcar, integralmente, los tres años que permanecen los pioneros en el destacamento de la escuela secundaria básica.

•              Dinámica y flexible porque toma en cuenta las condiciones que se crean en la escuela secundaria básica con el nuevo modelo educativo; se adecua al grado que cursan lo pioneros; a las características individuales y colectivas de sus miembros y a los logros que se alcanzan en cada grado.

•              Participativa, ya que involucra a los diferentes actores de la estructura pioneril y adulta, para que se comprometan activamente en su realización y, ofrece la oportunidad de que aporten sugerencias para su perfeccionamiento continuo, previa preparación, en correspondencia con el rol que desempeñan.

El éxito de esta Estrategia Educativa presupone: contar con el guía base; contar con un guía de destacamento por cada 15 pioneros; que el guía de destacamento transite con sus 15 pioneros por los tres grados de la secundaria básica; que el sistema de trabajo de la estructura adulta en los diferentes niveles de la OPJM propicie el ejercicio de la autodirección pioneril; que la dirección y el claustro de la secundaria básica tomen plena conciencia de la importancia que tiene, propiciar la autodirección pioneril, y la incorpore a su estilo de dirección.

Etapas  y acciones  de la Estrategia Educativa

Primera etapa: Iniciación

Objetivos:

•              Lograr que la estructura adulta y pioneril del colectivo y los destacamentos dominen  los elementos esenciales de la autodirección pioneril.

•              Identificar las potencialidades y el nivel de logros, del colectivo y, los destacamentos y sus integrantes, para la autodirección pioneril.

•              Generar en el colectivo un clima que propicie la implicación progresiva de la estructura adulta y pioneril en el diseño de un sistema de acciones, cada vez más complejas, que contribuyan a la autodirección pioneril.

Acciones generales:

•              Capacitación de la estructura adulta y pioneril de colectivo y destacamentos, así como a los pioneros; sobre los métodos y vías para identificar las fortalezas y debilidades como grupo y el dominio de las características y particularidades de cada uno de sus miembros  Se  realiza periódicamente, como parte del propio sistema que tiene la OPJM, la conduce la estructura adulta hasta el nivel de destacamento, donde lo hará su presidencia.

•              Implicación de la estructura adulta y pioneril en la determinación de los objetivos y metas; y la organización, planificación, ejecución y control de las acciones del colectivo y los destacamentos; para ello, se adecuarán las indicaciones que se plantean en la “Operación” que regirá el trabajo de la Organización en cada curso, a sus condiciones, potencialidades y características. Se presentará en el Consejo de Dirección del colectivo por el guía base y el Presidente del Colectivo y, a continuación, se efectuarán las sesiones de trabajo, por grados, que sean necesarias durante la primera etapa del curso; también se tomarán como base, los resultados del periodo anterior. La preparación corresponde a la estructura adulta, pero las actividades se conducen en cada colectivo y destacamento, de conjunto con las presidencias de los pioneros de estos niveles. Este proceso culmina en la asamblea de destacamento, con la aprobación de las metas y objetivos para el curso; en ella se delimitarán la responsabilidad y el compromiso de cada uno de sus miembros. En dependencia del grado que cursen se incrementará la responsabilidad de la estructura pioneril.  

•              Creación de una campaña de divulgación sobre qué es autodirección, su importancia y cómo puede lograrse en el desarrollo de los procesos, movimientos y las formas de organización que realiza la OPJM en los colectivos y destacamentos. La propaganda puede estar a cargo del Movimiento de Pioneros Creadores, bajo la conducción de los guías y se intensificará en varios momentos del curso, en correspondencia con las tareas que deberán realizar y las efemérides de la Organización. 

•              Incorporación de temas que propicien la discusión acerca de la autodirección pioneril; su importancia y cómo transformar los diferentes espacios que ofrece la Organización para lograrlo, a los turnos de pionero y los de reflexión y debate. Estos se harán periódicamente y estarán precedidos de la capacitación de ambas estructuras, como parte del sistema de la OPJM y se utilizarán los materiales que se elaboraron como parte de esta investigación.

Segunda etapa: Implementación

Objetivos:

•              Implicar a la estructura adulta y pioneril en la ejecución del sistema de acciones que contribuyan a la autodirección pioneril.

•              Emplear los métodos y las vías más adecuados, al grado y a los avances que se alcancen, para lograr la incorporación  activa y responsable, de los pioneros a las actividades, procesos y movimientos de la Organización.

•              Lograr que, progresivamente, la asamblea pioneril se convierta en el órgano de dirección que permita al colectivo, el destacamento y, a cada uno de sus miembros, formarse en y para la autodirección.

•              Garantizar que los pioneros se incorporen gradualmente a la conducción de los procesos realiza la organización.

Acciones generales:

•              Capacitación de la estructura adulta y pioneril de colectivo y destacamentos; sobre técnicas de trabajo en grupo y participativas para transformar la conducción de las asambleas pioneriles; la elaboración de objetivos y metas, individuales y grupales y la planificación y organización de las tareas y actividades para cumplirlas, con la incorporación, cada vez, mayor de los pioneros. Se  realiza después de la Clase Metodológica, como parte del propio sistema que tiene la OPJM; la conduce la estructura adulta municipal y del colectivo, con la participación activa de los pioneros con cargo.

•              Participación activa del Presidente del Colectivo en los consejos de dirección, a partir del intercambio previo con la Presidencia del Colectivo y los presidentes de destacamento para trasmitir los problemas, propuestas e iniciativas de los pioneros. Estos deben tener información acerca de lo que se debate en este órgano con la participación de sus máximos representantes. El secretario del comité UJC y el guía base deben asesorar al Presidente en la preparación previa que realice para asistir a esta reunión mensualmente.

•              Demostración de los métodos, vías y formas más efectivos para la preparación, conducción y evaluación de la asamblea pioneril, a partir de las mejores experiencias. Para ello, servirá de base el intercambio sistemático de la Presidencia del colectivo con las de destacamento, cuando concluya el periodo de asambleas; especialmente, los Responsables de grado deberán asistir, indistintamente, a algunas asambleas de sus mejores y peores destacamentos y, en general se realizará el balance de los asuntos planteados y se valorarán los resultados en la reunión de la Presidencia del colectivo con las de destacamento, los que estarán acompañados de la estructura adulta. 

•              Potenciación del Día del monitor, en el que pioneros asumen la dirección del proceso docente educativo y los roles de dirección de la escuela. Esta actividad,  que se realizará mensualmente, permite identificar líderes, entrenarlos en la toma de decisiones y fortalece el sentido de pertenencia; además de contribuir a la orientación vocacional pedagógica. La estructura adulta tendrá la responsabilidad principal en la preparación de los pioneros para garantizar su calidad y rigor.

•              Preparación previa de las asambleas mensuales por parte de la estructura pioneril, con la asesoría de la adulta, para lograr la participación de los pioneros desde la determinación de los temas a tratar y, mediante la asignación de tareas concretas, sobre las que deberán rendir cuentas ante sus compañeros; propiciar sus reflexiones y darle seguimiento a los acuerdos y resultados. En ellas, se garantizará la incorporación de los pioneros a los diferentes movimientos y actividades de la Organización, como vía de satisfacer sus necesidades, intereses y gustos y, a su vez, darles posibilidades de decidir.

Tercera  etapa: Evaluación y retroalimentación

Objetivos:

•              Convertir la emulación pioneril en el principal espacio de evaluación y autoevaluación sistemática de los avances y limitaciones en la autodirección del destacamento y cada uno de sus miembros.

•              Utilizar la experiencia que ofrecen el control y evaluación sistemáticos para enriquecer la Estrategia Educativa.

Acciones generales:

•              Capacitación de la estructura adulta y pioneril de colectivo y destacamentos sobre técnicas e instrumentos para la concepción, planificación y evaluación de las actividades; el control y la valoración del nivel de participación de los pioneros; así como para estimular la evaluación y autoevaluación de la participación. Se realiza mensualmente, pero se dedica especial atención a la preparación en el inicio y final de cada curso escolar y, para los destacamentos de 9no grado, se lleva a cabo antes de realizar los procesos que tienen lugar durante ese periodo escolar. La conduce la estructura adulta municipal y del colectivo, con la participación activa de los pioneros con cargo, quienes, junto a sus guías, serán los responsables de la preparación de los pioneros.

•              Inclusión de temas que se relacionen con la autodirección pioneril en las convocatorias que se realizan anualmente a los pioneros para incorporarse a los Talleres; estimular la búsqueda y aplicación de métodos, vías y formas para lograr su autodirección en la secundaria básica. En particular, generar el interés por evaluar el nivel que alcanza y los métodos que se emplean en su destacamento o colectivo. Estos pioneros deberán recibir una atención especial por parte del guía base o el guía que este designe y los resultados que obtengan serán de conocimiento de las direcciones institucional y pioneril.

•              Incorporación de parámetros en la emulación colectiva e individual que permitan valorar los avances y limitaciones en el logro de los indicadores de la autodirección pioneril. Esto se realizará diferenciadamente, en dependencia de la preparación que tengan los guías y pioneros y, del nivel que alcancen en la formulación de objetivos y metas; así como el control y evaluación sistemáticos del funcionamiento del colectivo o destacamento. Se incorporará en cualquier grado, al inicio del curso cuando se debaten y aprueban los compromisos y deberá tomarse en consideración para otorgar las categorías de la emulación. Aquí desempeña un papel muy importante la estructura adulta, para evitar formalismo y superficialidad.  

•              Elaboración de balances en los colectivos pioneriles para evaluar la Estrategia Educativa, a partir de indicadores que reflejan la marcha del proceso y retroalimentar a la dirección institucional y pioneril, e incorporar esos resultados en el sistema de trabajo del siguiente curso, a partir de las particularidades de cada destacamento.  Este recuento valorativo se programará, dirigirá y supervisará por el Consejo de Dirección de cada secundaria y formará parte de los análisis que anualmente efectúan.

El éxito de la Estrategia Educativa dependerá, en gran parte, de la secuencia metodológica que se siga, de la sucesión de momentos y acciones de las tres etapas, de manera tal, que cada una se presuponga y complemente con las demás. De este modo, los objetivos adquieren concreción, mediante el despliegue de sus acciones y la aplicación de diferentes métodos pedagógicos, que refuerzan la función educativa de la Estrategia para la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual.

La Estrategia  se organiza para los tres años que el pionero transita por la secundaria básica, desde el 7mo hasta el 9no grado y, a su vez es deslizante, pues todas las acciones se realizan en cada curso, según se precisa en la estrategia en el primer año de su implementación; pero, cuando el destacamento transite al siguiente grado se realizan solo las acciones que se consideren necesarias y se incorporan todas aquellas que permitan un mayor avance.

CONCLUSIONES

1.             Insertos en un contexto mundial contradictorio y convulso, así como hostil a la práctica del socialismo y el humanismo para Cuba, se subraya, la necesidad de que la secundaria básica contribuya a la formación integral del adolescente en medio de un proceso de profundas transformaciones y del perfeccionamiento de la educación y la cultura.

2.             Los referentes teóricos que se analizan y la práctica educativa de la Organización de Pioneros en la secundaria básica cubana actual, permitieron definir la autodirección pioneril como el proceso de implicación autónomo y autorregulado del pionero, en la vida de su Organización para el logro de sus fines y objetivos sobre la base de las necesidades, intereses y motivaciones, tanto individuales como grupales.

3.             El escenario de la actividad social del adolescente cubano, las características y funciones que encierra el destacamento pioneril y las nuevas condiciones de los contextos en que se desarrolla en la actualidad exigen a la Organización de Pioneros José Martí emplear nuevos y múltiples métodos educativos para que los pioneros intervengan, autónoma y  responsablemente, en la vida de la escuela y de la sociedad en general.

4.             Se elabora y aplica una Estrategia Educativa que ofrece un sistema de fundamentos, principios y características que se organizan en las etapas, las acciones y su sistematización en una secuencia metodológica para contribuir a la autodirección pioneril en la secundaria básica cubana actual.

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