TALLERES PSICOEDUCATIVO PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR DESDE LA PERSPECTIVA DEL TRABAJO COMUNITARIO SOSTENIBLE.
Autor: Ms. C. Osvaldo León Bravo
Coautor: Dr. Francisco García Ucha
"Al hombre no se forma en el silencio, sino en
la palabra en la acción, en la reflexión"
Paulo Freire
Consideraciones socio psicológica del adulto mayor en la sociedad contemporánea
El envejecimiento de la población es un fenómeno de gran interés en la sociedad contemporánea, el cual debe ser abordado desde la orientación, prevención, e intervención, pues la persona que envejece requiere de ayuda para conservar la propia suficiencia física, psíquica y social, condicionada en la mayoría de los casos, por las posibilidades de movimiento incrementado o mantenido.
Conocer al adulto mayor significa ser receptivo ante sus necesidades y posibilidades. Por eso, resulta necesaria la planificación de actividades que contrarresten el sedentarismo acorde a su estado de salud para contribuir al mantenimiento de una psiquis y un cuerpo verdaderamente activo.
Sobre el adulto mayor y los factores relacionados con este período de la vida, se escribe desde diferentes perspectivas y con más amplitud en los últimos años. Esto obedece fundamentalmente, a la preocupación cada vez más creciente en las sociedades contemporáneas por las personas mayores de 60 años, que representan el grupo de edad que más rápidamente crece en el mundo.
El denominado adulto mayor es portador de regularidades propias de una etapa del desarrollo humano, así como de una serie de limitaciones en gran medida provenientes de prejuicios que le ha depositado la cultura. En este sentido lo principal es que los ancianos tomen conciencia de su posición en la sociedad y en el mundo en que viven, mediante su comparación con la persona madura.
Este período de la vida, ha sido abordado por lo general, de forma aislada o como fase de involución y no como una verdadera etapa del desarrollo humano, cuya significación social adquiere cada vez mayor relevancia, dada la tendencia mundial a un proceso de envejecimiento de la población.
Por lo tanto, se convierte esto en una necesidad psicológica de primer orden, donde el aprender a vivir y conocer más sobre el propio cuerpo sería una de las alternativas más modestas a las que pudiera acudir el adulto mayor. Un sistema de talleres psicoeducativos donde la persona pueda mirarse por dentro y movilizar todos los recursos es un espacio viable para el autoaprendizaje y el conocimiento de sí mismo, es decir, un modelo meta cognitivo donde el sujeto es su propio agente de cambio en relación a su calidad de vida.
Nuevo enfoque de intervención comunitaria para mejorar la calidad de vida del adulto mayor
En la última década se viene produciendo un sensible aumento de interés social por la calidad de vida y una creciente sensibilización por buscar alternativas hacia lograr de forma sostenible el desarrollo humano. Esto repercute en los retos actuales de la educación la cual debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales según criterios de la UNESCO. En el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: Aprender a Conocer, es decir, adquirir los instrumentos para la comprensión; Aprender a Hacer, para poder influir sobre el propio entorno; Aprender a Vivir Juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por último, Aprender a Ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. Por supuesto, estas cuatro vías del saber convergen en una sola, ya que hay entre ellas múltiples puntos de contacto, coincidencias e intercambio.
La prolongación de la vida y la existencia de un creciente número de ancianos exigen que cada individuo y la sociedad adopten una nueva perspectiva de vida. Es decir, la sociedad y en especial el adulto mayor necesitan aprender a envejecer. Lo que implica cambiar la percepción cultural del adulto mayor y aceptar sus limitaciones. Hoy, "Aprender a envejecer " significa captar apresuradamente lo que puede ofrecer la vida en la ancianidad, aceptar las limitaciones biológicas normales y por otra parte potenciar la experiencia vida.
Educar para aprender a vivir, significa dar a las personas la oportunidad de desarrollar su potencial, su personalidad y sus aptitudes particulares. Así pues, no se trata simplemente de que el participante adquiera nuevos conocimientos, sino también de que desarrolle capacidades que le permitan vivir una vida más plena. Esto es lo que se entiende por preparación para la vida diaria y comprende las capacidades intrínsecas de las personas y las competencias prácticas necesarias para la vida diaria. Muchas de las capacidades intrínsecas que suelen denominarse aptitudes psicosociales- no pueden enseñarse como asignaturas. No son conocimiento de índole académico o técnico.
En el caso específico de los enfoques para una Didáctica del adulto mayor, coincidiendo con los criterios de la UNESCO, Roque (2004) señala que lo esencial en el contenido de los aprendizajes para esta edad está alrededor de cinco pilares básicos:
- Ø Aprender a ser....identidad, autonomía.
- Ø Aprender a vivir juntos....Querer al otro, vivir en los valores de la paz.
- Ø Aprender a hacer....Competente
- Ø Aprender a conocer......Poseer una cultura general integral, universal
- Ø Aprender a emprender....actitud preactiva e innovadora.
Por lo tanto, en el conjunto de formas de organización, precisamente para el desarrollo de estos cinco pilares, adquiere gran peso "el taller" como forma didáctica toda vez que implica un encuentro de conocimientos a partir del criterio de todos "en el grupo" y "para el grupo".
Estos pilares básicos se traducen en competencias necesarias para hacer frente a las rápidas transformaciones sociales. Esto significa que es importante saber cómo seguir aprendiendo, en la medida en que necesitamos nuevas habilidades para la vida. Además, necesitamos saber cómo afrontar el gran volumen de información existente y convertirlo en conocimiento útil. Asimismo, necesitamos conocer la manera de enfrentar los cambios, tanto en la sociedad como en nuestras propias vidas.
Estos aspectos de apreciación subjetiva en relación al tema de la calidad de vida se convierten en una necesidad educativa de primer orden, donde el aprender a vivir y conocer más sobre el propio cuerpo sería una de las alternativas más modestas a las que pudiera acudir el adulto mayor.
Por lo tanto el taller psicoeducativo lo podemos asumir dentro de estas consideraciones conceptuales, con una plataforma básica de instrumentación en el trabajo corporal participativo que a través de las habilidades conformadoras del desarrollo, es capaz de crear los espacios necesarios para la reflexión y el desarrollo personal de aquellos que participan, coronado de vivencias que van desde un plano grupal hasta la reflexión más personal del participante.
Características organizativas y funcionales de los talleres psicoeducativos
El sistema de talleres psicoeducativos para desarrollar la calidad de vida del adulto mayor estará conformado por seis indicadores generales de trabajo (esquema # 1), es importante destacar que los mismos no tienen un orden de prioridad, se pueden trabajar indistintamente en dependencia de las expectativas de los participantes. Por lo tanto es importante explicar algunas consideraciones que dan respuesta a la lógica funcional que los caracteriza.
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