Aplicación de la psicología en el entrenamiento personalizado
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Aplicación de la psicología en el entrenamiento personalizado
Tener una comprensión acerca de cuales son los motivos que llevan a las personas a participar en un plan de entrenamiento constituye un aspecto importante para la interacción entre el instructor y el participante. Ello facilitara emplear los motivos como fuentes de energía psicológica para lograr los cambios necesarios por medio del entrenamiento. Por ejemplo, si se trata de obtener una buena figura, el instructor podrá reconocer los cambios que se producen en el cuerpo del entrenado y de esa manera reforzar su interés en el programa.
Velar por el grado de motivación por el programa de preparaciones fundamental. Las transformaciones obtenidas por medio del ejercicio dependen sobre todo de la disposición a rendir en el entrenamiento. La minuciosidad en el cumplimiento de las tareas, la perseverancia y sistemacidad son los patrones mediante los cuales se obtiene el éxito en un programa de preparación. Cuando el participante vacila en ejecutar las acciones, o se muestra capaz de cuestionar las instrucciones y el plan, rompe con la sistematicidad en el trabajo de preparación. y podemos pensar que esto se debe a la disminución de la disposición para entrenar.
Diversos factores deben ser considerados para sostener de forma estable e intensa el interés por el entrenamiento. Uno de ellos es el empleo frecuente del reconocimiento del participante. Es mas importante señalar las buenas acciones que criticar los errores y las deficiencias.
Dicho reforzamiento o reconocimiento puede realizarse por medio de tres tipos de estímulos:
Psicológico: cuando satisfacemos las necesidades de reconocimiento personal del entrenado reconociendo la mejora en sus resultados.
Simbólico: por medio de algún símbolo que lo distinga del resto de los practicantes gracias a sus magníficos resultados.
Material: cuando, fruto de sus resultados, hacemos algún regalo de tipo material.
Los tres tipos de estímulos pueden estar integrados en uno solo.
Estos estímulos pueden responder a metas alcanzadas por Los practicantes en su programa de entrenamiento. Gran parte de lo que se realiza en dicho programa puede ser identificado como una meta. Los pesos necesarios a alcanzar en Los ejercicios de musculación, el tiempo para una carrera, la longitud de un salto, etc. Las metas pueden ser a corto, mediano y largo plazo. Las metas a corto plazo, que son aquellas que se relacionan con la sesión de ejercicio o con Los resultados durante una semana, parece ser las mas estimulantes para su cumplimiento. Las metas a mediano y largo plazo pueden ser útiles siempre que resulten del cumplimiento de metas a corto plazo, pueden abarcar Los resultados de un ciclo de preparación. o un año de trabajo. Es muy importante que el instructor siempre reconozca al participante cuando Este alcanza una meta. Si esta no es alcanzada pero el practicante ha realizado un esfuerzo notorio para alcanzarla, también se le debe reconocer su actividad. Lo importante es el esfuerzo, mas que el éxito o el fracaso en Los resultados de la actividad. Al establecer metas es muy necesario que el entrenador logre el compromiso del participante, y que este compromiso sea resultado de una comprensión del mismo. Las metas para un practicante pueden aparecer en lugares de exposición del gimnasio de manera que sean de conocimiento del grupo de entrenamiento, y se sustituyan en un compromiso público. Este tipo de actividad puede estimular a muchos en cuanto a su disposición de entrenar.
En ocasiones pueden estar establecidas las metas, pero faltan elementos para llevar a cabo las acciones. En este caso se debe realizar algunas estrategias tendientes a estimular, por medio del pensamiento, al practicante. Por ejemplo, pensar en lo bien que se sentirá cuando logre sus metas, inhibir Los comentarios desalentadores u opuestos a las metas y Los resultados a alcanzar.
El Entrenador Personal tendrá siempre el énfasis de sus esfuerzos en mantener la disposición elevada por el entrenamiento. Por esta razón, sus relaciones con Los participantes deben ser afables, debe poseer, tanto cierto poder de persuasión, como la capacidad de colocarse n la situación en que se encuentran sus alumnos. Calor humano y empatía deben ser una norma de toda relación interpersonal.
En este tipo de actividad es necesario eliminar Los prejuicios y las sensaciones negativas que pueden derivarse del contacto con algunas personas. Es imposible que todos puedan caernos bien. Sin embargo, todos merecen el mejor trato. En esta coyuntura, el Entrenador Personal debe considerar siempre su papel como experto en relaciones interpersonales, siendo flexible y tolerante con sus discípulos a la vez de tener la capacidad para guiarlos en el proceso de enriquecimiento humano que surge de la práctica sistemática del ejercicio.
Dr. Francisco Enrique García Ucha
Aporte para la ISTA
Asesor en Psicología del Deporte de la ISTA (International Sports Trainers Association).
Vicepresidente de ISTA poara Centroamérica y el Caribe.
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