Valoración de Percepciones en Carreras de Resistencia. Continuación...
Valoración de Percepciones en Carreras de Resistencia.
José R. López, I. E.
22. CALOR, DEBILIDAD E HIPERTERMIA
Como pudo apreciarse en la figura 5, la sensación de calor aumenta con la temperatura corporal, pero cuando ésta rebasa cierto límite personal da lugar a la aparición de una sensación distinta de agotamiento o debilidad que se manifiesta como la incapacidad de mantener la velocidad de la carrera, a pesar de que el ritmo respiratorio sea muy inferior al máximo lograble por el sujeto en condiciones normales. Cabe especular si el origen de tal percepción está directamente determinado por la hipertermia como una acción reguladora emergente del hipotálamo e inhibidora de la acción motora en evitación de nuevos aumentos en la temperatura corporal, o si se trata de una manifestación de que la capacidad de bombeo del corazón llegó a su límite, por lo cual todo aumento de la circulación periférica, imprescindible para la regulación térmica, debe ser acompañado de una reducción en el flujo sanguíneo de los músculos y órganos directamente ligados a la acción motora.
Sea cual fuese el origen, lo cierto es que tal percepción de debilidad o agotamiento actúa como una protección contra una mayor hipertermia, conducente quizás a la pérdida del control térmico y consecuentemente, al colapso. No obstante, he observado que ante una motivación superior determinados individuos pueden sobreponerse a este estado depresivo, percibidos como «agotamiento», y mantener, o hasta incrementar, la velocidad de la carrera, acción que, según la experiencia de otros y algunas observaciones propias conduce casi siempre, y en el mejor de los casos, al colapso térmico, y en ocasiones a la muerte. De ahí la importancia de distinguir y valorar tales percepciones y aprender a establecer los límites de seguridad que sólo han de excederse cuando sea necesario, con plena conciencia de los riesgos que implica.
Cabe señalar que estas percepciones de calor y debilidad son funciones muy demoradas de la acción física, en nuestro caso la carrera, por lo que para un óptimo control de la carrera es imprescindible una regulación consciente de la velocidad, de modo que en la fase inicial de carrera no resulte excesiva para condiciones térmicas existentes, y evitar tener que disminuirla drásticamente cuando los efectos hipertérmicos comienzan a manifestarse.
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