El manejo de las emociones en los arqueros.
El "manejo" de las emociones y el deportista
Sergio Reinaldo Lauseker. (Paraguay Psicólogo, especializado en deporte
El deporte es una actividad altamente compleja, donde se pone de manifiesto la personalidad de los participantes. El estudio de los distintos elementos que se conjugan en la participación del hombre con la actividad deportiva y su sentido psicológico está en la base de los trabajos que se pueden realizar con ellos, nos dice en una parte de su libro "Herramientas psicológicas para entrenadores y deportistas" el Dr. Francisco García Ucha, de Cuba.
La posición de arquero exige al máximo el manejo de las emociones, por que así como "eleva" el rendimiento deportivo, también lo puede "bajar" o reducir dicho rendimiento. Es importante que el jugador sepa controlar sus emociones.
Cuando las emociones no se pueden controlar, crea un problema que afecta al atleta, al grupo y al cuerpo técnico. ¿Por qué fue expulsado Roberto "El toro" Acuña en el juego Olimpia - 12 de Octubre? Clubes del fútbol paraguayo, posiblemente por no controlar sus emociones, a sabiendas de que ya contaba con una tarjeta amarilla durante el juego y al convertir un gol "la alegría invade, la emoción es incontrolable" y digamos que por un festejo desmedido se gana la segunda tarjeta amarilla y... a las duchas antes de que culmine el juego. La Real Academia Española dice que la emoción es:
1.f. Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.
2. f. Interés expectante con que se participa en algo que está ocurriendo.
En circunstancias como las expuestas, las emociones pueden exasperarnos, es decir esa "rabia" o emoción contenida puede expresarse en errores trascendentes que afecta la participación en el juego o en la actividad deportiva. Por ello se requiere que los deportistas tengan conocimiento y las formas de manejar con destreza el torrente de su manifestación que sube en nuestros corazones y muchas veces amenaza ahogarlos.
La colega Patricia Wightman sostiene que la psicología del deporte sabe que "las emociones óptimas para el mejor rendimiento son individuales" y que cada atleta debe buscar las suyas y entrenarse para rendir con ellas. Prepararse mentalmente igual a otro atleta, solo porque aquél triunfó no es una garantía de éxito. Sus emociones pueden ser ideales para él, nefastas para Usted. Por esto el trabajo mental hoy debe centrarse en que usted y su grupo de trabajo (entrenador, preparador físico, psicólogo, etc.) entiendan cuales son las mejores emociones, tanto positivas como negativas, que lo pueden llevar a su pico de rendimiento. Tradicionalmente se ha puesto mucho énfasis en el estudio de la ansiedad y su influencia sobre el rendimiento. Actualmente el espectro se ha ampliado para incluir a las demás emociones. Las emociones pueden producir:
cambios fisiológicos relacionados con el Sistema Nervioso Autónomo: cambios en el ritmo cardíaco o en la presión sanguínea; manifestaciones positivas como por ejemplo: alegría, vigor, confianza, relajación, calma o alerta; y las displacenteras como por ejemplo: miedo, enojo, ansiedad, preocupación o insatisfacción.
Existen emociones "negativas que mejoran el rendimiento" y emociones "positivas perjudiciales para el rendimiento". Se debe entender que esto toma en cuenta la existencia de emociones positivas que perjudican el rendimiento y de emociones negativas que mejoran el rendimiento. Uno de los ejemplos más claros es el del enojo que muchas veces impulsa a algunos deportistas hacia la acción mientras que hace que otros se quedan "enroscados" en sí mismos y no rindan de acuerdo con su potencial.
Es fundamental recalcar que cada deportista tiene su propio perfil Emocional Óptimo que se debe evaluar individualmente.
Por ejemplo, las emociones en juego durante una competencia seguramente van a ser diferentes que las involucradas durante un entrenamiento. La importancia de detectar cómo las emociones afectan el rendimiento de cada deportista radica en que luego se puedan desarrollar estrategias y aprender técnicas que lleven al deportista a tomar conciencia de su estado emocional y que pueda reproducir aquellas emociones que lo ayudan y evitar aquellas que lo perjudican.
Esto requiere de una intervención psicológica individual que lleve al deportista hacia el camino del auto conocimiento y la optimización del rendimiento. La emoción es un "fluir" y este "fluir" es la llave para una vida óptima, aunque eso no signifique estar totalmente "feliz". El científico Húngaro-americano Mihalyi Czikszentmihalyi dijo: Fluir es una experiencia positiva e ideal de gozar y divertirse en el deporte, precursora de lo que sería "la Felicidad". En otras palabras, es la habilidad de estar totalmente inmerso en una actividad, por un período de tiempo, en donde la atención está centrada en la tarea y nada más importa.
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