Empleo de intervenciones psicológicas I
Consideraciones metodológicas en el empleo de las intervenciones psicológicas en el deportista.
Dr. Francisco García Ucha
En este capítulo se aborda uno de los temas de notable interés para los deportistas y entrenadores, consistente en las intervenciones que realiza el psicólogo con el propósito de resolver los problemas que ocurren en el ajuste de los deportistas a las competencias y los entrenamientos de máxima intensidad o volumen.
Aquí se explican algunos de los problemas metodológicos de la aplicación de las intervenciones psicológicas y, en los capítulos siguientes, se exponen varias de las técnicas y procedimientos más utilizados en el área de la Psicología del Deporte, tratando de esclarecer mediante conocimientos especializados las virtudes, defectos y los posibles escollos en el uso de estas técnicas.
Las intervenciones psicológicas se definen como las acciones que desempeña el psicólogo, entrenador u otro especialista con el propósito que el deportista adquiera y desarrolle habilidades psicológicas para enfrentar el estrés en competencias y entrenamiento y, además, perfeccione sus capacidades en el deporte. Esencialmente, las intervenciones tienen como objetivo:
•1. La mejora sistemática y planificada de las capacidades psíquicas implicadas en los rendimientos.
•2. La reestructuración de las valoraciones y percepciones bajo cuya influencia el deportista no puede mantener un ajuste adecuado entre su potencial y las exigencias de la actividad y las condiciones de su realización.
•3. La estabilización del comportamiento en la competición.
•4. La optimización y activación de los procesos de recuperación psicológica para poder movilizar sus recursos personales en las competencias y entrenamientos.
•5. La preparación para reorganizar sus recursos psicológicos y ampliar el abanico de posibilidades mediante el afrontamiento de situaciones nuevas e imprevistas.
Las intervenciones psicológicas en la práctica deportiva abarcan por lo menos tres métodos que acaparan un número de técnicas. Estos métodos son:
- El entrenamiento psicológico.
- Acompañamiento o "Coaching".
- Orientación psicológica o "Counseling".
Al referirse a cada uno de ellos, se plantea que:
1) El Entrenamiento Psicológico.
Del entrenamiento psicológico podemos señalar que se trata de actividades mediante las cuales se entrena al deportista para la adquisición y desarrollo de habilidades psicológicas que facilitan un accionar más eficiente y que tiene como fin, sobre todo, mejorar la capacidad de autorregulación.
Existen tipos de entrenamiento que tienen por meta desarrollar, estabilizar y aplicar las habilidades que forman el soporte psicológico de la regulación del movimiento en diferentes situaciones. Otros cumplen el objetivo de preparar al deportista para la solución de diferentes problemas, que requieren pongamos de ejemplo, el entrenamiento en relajación, visualización, asertividad, habilidades sociales, etc.
2) Acompañamiento psicológico o "Coaching"
La intención principal del "Coaching" psicológico es influenciar al deportista como individuo, y a equipos como grupos sociales, de forma tal, que puedan desarrollar sus posibilidades máximas de rendimiento en la competición y entrenamiento.
Dentro de este contexto las metas específicas del rendimiento deportivo deben orientar y darle dirección a la regulación psíquica en la competición.
Las principales tareas del "Coaching" psicológico son particularmente la preparación psicológica en función del adversario, el desarrollo de la auto confianza y de la fuerza de voluntad, así como, la aplicación de técnicas de motivación y orientación táctica, antes, durante y después de la competición. En el caso del "Coaching", el trabajo del psicólogo del deporte está directamente ligado a situaciones concretas del deporte.
3) Orientación psicológica o "Counseling"
La Orientación psicológica tiene como fin ayudar a los técnicos y deportistas a entender y solucionar de la mejor forma posible sus problemas psicológicos y sociales.
Una tarea específica del psicólogo es ayudar emocionalmente a deportistas que pasan por fases de inseguridad, a fin de que pueda encontrar rápidamente la seguridad y auto confianza.
La psicoterapia y la orientación psicológica son dos áreas de trabajo que están muy cercanas entre sí y son tan difícilmente separables que todo lo que pueda decirse de la primera se puede decir igualmente de la segunda. En ambas están presentes situaciones de aprendizaje donde se producen cambios, se reestructuran significados, percepciones o sentimientos, se modifican actitudes, valores, conductas y concepciones del mundo, se aprenden y se refinan destrezas y habilidades. El orientador psicológico es "facilitador de aprendizajes".
El asesoramiento psicológico puede considerarse una disciplina de servicio en la cual un profesional capacitado -el asesor psicológico o psicólogo orientador- utiliza abordajes científicos y procedimientos técnicos para crear un contexto de relaciones y aprendizajes en el cual ofrece asistencia a deportistas, equipos, familias u organizaciones, con el fin de que éstos exploren, identifiquen, desarrollen y utilicen proactivamente sus recursos personales como herramientas para enfrentar retos, crisis y contingencias que derivan de su constante interacción con el ambiente. El objetivo final de esta intervención es el manejo óptimo y creativo de tales situaciones, que a la larga resulte en la detección, prevención y corrección de eventos vinculados al desarrollo emocional, educativo, vocacional y/o social, con el consiguiente incremento del bienestar integral.
Así, el asesoramiento psicológico es una situación de influencia interpersonal y de comunicación, con toda la complejidad inherente a la comunicación humana, y al mismo tiempo es una situación de aprendizaje, especialmente orientada hacia las áreas cognitivas y emocionales.
En esa situación, el asesor es simultáneamente un comunicador profesional y, también, un diseñador de contextos de aprendizaje y cambio, en los cuales sirve, además, como guía, modelo y fuente principal de recompensa.
Las técnicas que se emplean en cada una de estas intervenciones abarcan un abanico muy amplio. Existen diversas formas de clasificación de las mismas. H. Valdés Casal (1996) las clasifica bajo el principio de que procesos desea influenciar, a partir de este principio plantea la modificación sobre:
- La cantidad de activación.
- Los factores congestivos de la regulación.
- Las estrategias de afrontamiento.
- Los elementos de la personalidad.
Al respecto el autor de este trabajo acoge la clasificación basándose en la predominancia de la influencia verbal o no sobre el deportista. De esta manera, tipifica las técnicas en no verbales, toda aquellas como la relajación, la música y otros medios de influencia físico donde el intercambio de opiniones y experiencias no constituye el núcleo predominante de la técnica y las verbales para englobar todas las técnicas que como la terapia racional emotiva de, A. Ellis (1962) predomina el manejo de las ideas y los sentimientos y emociones.
A pesar de la relevancia de las intervenciones psicológicas, frecuentemente, existe un conocimiento de estos métodos, si bien, sus bases teóricas y metodológicas no son, comúnmente, de dominio de los entrenadores y los deportistas.
Se halla una gran cantidad de literatura de corte popular que está al alcance de todos los interesados, aunque, esta información no presenta conocimientos profundamente especializados para tratar en detalles las complicaciones, insuficiencias y posibles contradicciones al aplicar una técnica psicológica.
Determinados entrenadores y deportistas recurren a estos métodos por cuenta propia y obtienen o no los resultados esperados. Cuando ocurre lo último, algunos llegan a defraudarse de forma tal que no quieren volver a desempeñarse en estas acciones.
No obstante, todos están muy interesados en resolver las posibles deficiencias o debilidades de los deportistas y usualmente no advierten que están en un área en que es necesario dejar actuar a los peritos, al menos, en las primeras etapas.
Un proceso de 25 años de investigación permite plantearnos una evidencia buena para aplicar las intervenciones en la preparación psicológica de los deportistas.
Una revisión de la literatura científica emprendida por el autor de este trabajo, demuestra que las intervenciones que sirven para la preparación psicológica son mejores significativamente que el control o variación de las condiciones de ejecución de las actividades deportivas.
Sin embargo, hay pocas investigaciones, en Psicología del Deporte, acerca de las intervenciones psicológicas efectuadas con deportistas de alto rendimiento.
Aparece un gran número de estudios logrados con deportistas universitarios, escolares o que ejercitan como recreación el deporte, lo que nos plantea la necesidad de llevar a cabo investigaciones rigurosas para demostrar el impacto de las intervenciones en deportistas de alto rendimiento.
Las investigaciones psicológicas en el área del deporte élite están limitadas debido entre otras razones a que los estudiosos tienen un control relativamente pequeño sobre los deportistas y quienes los atienden.
El control de los posibles participantes en la investigación, está en manos de los administrativos y entrenadores, quienes pueden variar mucho las condiciones del estudio debido a las decisiones que tomen con los deportistas durante el periodo de preparación deportiva.
Los entrenadores con frecuencia se ven necesitados de cambiar sus planes de entrenamiento, los lugares de preparación y el propio programa de competencia. Todas estas modificaciones pueden afectar profundamente las acciones directas que requiere una investigación.
No obstante, las evidencias empíricas muestran que las intervenciones son efectivas en los deportistas de alto rendimiento.
Todas las intervenciones psicológicas que se refieren al desarrollo de habilidades para el control de los estados emocionales y algunas que se incluyen en los procesos de aprendizaje o perfeccionamiento de las ejecuciones provienen de la Psicología Clínica. Esto proporciona una cierta seguridad para su aplicación, aun cuando los objetivos de las intervenciones en Psicología del Deporte tienen otro propósito, que no es el tratamiento de problemas psicopatológicos sino más bien educativo, a veces, específicamente profiláctico y de psico-higiene. G. Pérez Recio (1992) argumenta que se trata de conseguir que el deportista "aprenda", no de que se "cure" de ciertos "problemas de competición".
De igual forma, existen otras dificultades para determinar el impacto de las intervenciones debido a problemas que se relacionan con el plano teórico y metodológico. Por ejemplo, la proliferación de enfoques basados en la preferencia del psicólogo más que en una elección fundamentada con rigor científico.
Al respecto, R. Seiler, (1992) realizó un estudio sobre la predilección en el uso de las técnicas de intervención psicológica de seis especialistas prestigiosos en el área de la Psicología del Deporte. Encontró tendencias diferentes en el orden de conveniencia dadas por ellos a las intervenciones.
A continuación, en la próxima página en la Tabla 1, se exponen las preferencias encontradas por R. Seiler, (1992) en estos psicólogos.
Por simple inspección, se constata las diferencias en los juicios expresados por los diferentes especialistas.
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Paty -