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La Bitácora del Dr. Ucha

Pensando la Psicología del Deporte

Pensando la Psicología del Deporte

La lectura del programa científico de los últimos tres congresos de Psicología del Deporte, que bien han caído en mis manos por el genio mágico de Internet o bien porque estuve allí, además de las dos sesiones de Psicología del Deporte que se de dieron en el 2do. Congreso de SIP en La Habana, muestran prácticamente la reiteración de los temas expuestos. Como tendencia generalizada.  

Unos tratados, en ocasiones, con más profundidad y a menudo unos machacados con los mismos contenidos y algunos, muy escasos, con nuevas propuestas. 

Esto nos habla de que estamos en el mismo camino y de tanto replicarnos vamos a llegar de seguro a un punto donde no sea necesario exponer si no sólo basta evocar nuestras palabras. 

No es la primera oportunidad que reviso los contenidos de los eventos científicos en Psicología del Deporte e incluso no soy el único que ha reflexionado sobre el tema. Esta el trabajo de Enrique Garcés de los Fayos Ruiz, Nuevas aportaciones en psicología del deporte. Una mirada crítica sobre la última década de nuestra disciplina, en la Revista Cuadernos de Psicología del Deporte 2004. Vol.4 , núm s 1 y 2, y como ven d esto hace dos años.                                                                                     

Encima de todo, aquellos conocimientos expertos que son los que se derivan con frecuencia de la aplicación de un conocimiento “cuasi” acabado, no son declamados por los participantes para darle un aire de innovación a lo expuesto.  

También, como escenario relevante, la presencia de ponentes que no han  tenido la posibilidad de aplicar los conocimientos que trasmiten, con deportistas que al menos emplearan al 90% su máximo esfuerzo físico y mental. 

En algunos casos, nos redescubrimos cada día. En otros no poseen las vivencias necesarias. 

Hace años que leí una obra, de Pitiriam Sorokin, un genio de la Sociología. Planteaba en su libro: “Achaques y Manías de la Sociología Moderna”, como se regresaba a los conocimientos y las prácticas anteriores, por ejemplo a intervenciones psicológicas como pudieran constituir los procedimientos para llevar al sujeto a la “catarsis” con los mismos métodos con que los griegos curaban a sus “nerviosos”.  

Alguien, en uno de estos congresos dijo: ¡Es lo mismo! 

Les juro que no me excluyo de los que siguen esta línea de la reiteración. Estoy en el saco o en la bolsa o en el mismo closet. 

Ya me lo habían manifestado en los 90, unas colegas, cuando oyendo la exposición de uno de nuestros especialistas se daban cuenta de algo que ya se hacia hostigante.  

El mismo trabajo del año anterior, con otro titulo y con el mismo contenido.  

Hasta esto pasa. 

En la última sesión del Congreso de la SIP en La Habana, alguien habló de tres grandes deportistas que opinaban que la Psicología del Deporte le podía ser útil.

Sin embargo, no solicitarían los servicios de un Psicólogo del Deporte.  

¿Será porque hablamos siempre de lo mismo? 

Por otra parte, le tengo pánico a que alguien que no ha estado nunca en un estadio Olímpico, Mundial, Panamericano, Centroamericano, un Campeonato Mundial, algo de importancia, este enseñando Psicología del Deporte aplicada a los deportistas de alto rendimiento a aspirantes a psicólogos del deporte.  

Es algo que me parece como enseñar cirugía sin haber tocado un bisturí. O alguien que estuvo y fue un total fracaso en la actuación.   

No hay que ser un genio para ejercer la Psicología del Deporte, aunque se requieren habilidades profesionales especiales, como toda profesión ligada a la inteligencia del asesor.

No bastan los conocimientos teóricos o prácticos se demanda formar esas habilidades profesionales a tenor de la experiencia propia del profesor. 

No he encontrado una profesión más fascinante que esta y a la vez, que requiera de tanta reflexión y cuidados, además del riesgo de equivocarse una sola ocasión, porque somos como el zapador. 

A mi juicio, tenemos para, que continué la Psicología del Deporte su marcha triunfante, que recapacitarla, desarrollarla, ampliarla, actualizarla.  

No se trata de negar los clásicos, aunque tampoco como dice un colega convertir los clásicos en autores contemporáneos.  

1 comentario

LEONARDO SAUCEDO -

Que tal estimado profesor, sin duda su labor en la psicología deportiva creo será trascendente.