Abandono del deporte por los niños.
Un colega me escribe interesado en algunas consideraciones sobre el abandono del deporte por los niños, a lo cual le respondí.
La solicitud de conocimientos sobre el problema del abandono en el deporte es uno de los temas de mayor importancia si consideramos la labor formativa y el significado que tiene el deporte, además para la calidad de vida de los niños.
Algunas reflexiones sobre el abandono del deporte:
Recomendaciones de la Federación Internacional de Medicina del Deporte para la práctica deportiva en el niño, hacen énfasis en el punto 5.
5.-Los niños deben participar en una amplia variedad de actividades deportivas para garantizar que encuentran los deportes que mejor se adaptan a sus necesidades, intereses, constitución y capacidad física. De esta forma suele aumentar su éxito y disfrute del deporte y reducirse el número de "abandonos". No debe estimularse la especialización precoz.
Para alcanzar del deporte sus máximos beneficios el niño y el joven han de pasarlo bien mientras lo practican; una práctica deportiva en la que el entrenamiento sea algo adverso es el primer paso para el abandono, que se hace tanto más probable cuanta mayor presión hacia el resultado haya por parte de entrenadores, padres, directivos, y otros. Por otra parte, el deporte infantil y juvenil debe procurar la participación de todos, ya que cuanto más horas sin participar pase un niño, más probable será que abandone la práctica del mismo. No se debe olvidar que los niños no sólo están expuestos a lesiones por su relativa inmadurez física y mental, sino, que son menos resistentes ante situaciones de tensión.
En el libro Advances in Sport Psychology, de Thelma S. Horn, editado por Human Kinetics Publishers en 1992. Tiene en el Capitulo IV: Orientaciones de Motivación en el deporte, de Maureen R. Weiss y Nigel Chaumeton, información relevante sobre este tema. Allí uno de mis maestros en Psicología del Deporte, Terry Orlick señala en la página 64 que en investigaciones realizadas por él, con niños de Canadá, se indica que la mayoría de los niños que no querían seguir participando en el deporte. Orlick se lo explicaba como consecuencia de experiencias negativas en esta actividad, tal como: poco tiempo para jugar, sobre énfasis en los programas de competencia y mal trato o conductas desagradables del entrenador.
Orlick trabajó con niños desde 7 a 18 años y encontró a partir de las edades ciertas diferencias. Los niños menores de 10 años reportaron que tenían poco tiempo para jugar (aspecto lúdico de la actividad) y bajas experiencias exitosas y los que eran mayores de 10 años reportaron conflictos de interés tales como las actividades extracurriculares o responsabilidades con otras tareas.
Otro estudio, citado en la misma página, señala que el por ciento de niños que no continúan en el deporte de un año a otro es potencialmente de un 37% y para los niños mayores y de un 24 % para los jóvenes.
Este estudio realizado por el Instituto del Deporte de Jóvenes de Michigan señala que las razones más frecuentes es la aparición de otro interés y de labores a realizar por niños.
La solicitud de conocimientos sobre el problema del abandono en el deporte es uno de los temas de mayor importancia si consideramos la labor formativa y el significado que tiene el deporte, además para la calidad de vida de los niños.
Algunas reflexiones sobre el abandono del deporte:
Recomendaciones de la Federación Internacional de Medicina del Deporte para la práctica deportiva en el niño, hacen énfasis en el punto 5.
5.-Los niños deben participar en una amplia variedad de actividades deportivas para garantizar que encuentran los deportes que mejor se adaptan a sus necesidades, intereses, constitución y capacidad física. De esta forma suele aumentar su éxito y disfrute del deporte y reducirse el número de "abandonos". No debe estimularse la especialización precoz.
Para alcanzar del deporte sus máximos beneficios el niño y el joven han de pasarlo bien mientras lo practican; una práctica deportiva en la que el entrenamiento sea algo adverso es el primer paso para el abandono, que se hace tanto más probable cuanta mayor presión hacia el resultado haya por parte de entrenadores, padres, directivos, y otros. Por otra parte, el deporte infantil y juvenil debe procurar la participación de todos, ya que cuanto más horas sin participar pase un niño, más probable será que abandone la práctica del mismo. No se debe olvidar que los niños no sólo están expuestos a lesiones por su relativa inmadurez física y mental, sino, que son menos resistentes ante situaciones de tensión.
En el libro Advances in Sport Psychology, de Thelma S. Horn, editado por Human Kinetics Publishers en 1992. Tiene en el Capitulo IV: Orientaciones de Motivación en el deporte, de Maureen R. Weiss y Nigel Chaumeton, información relevante sobre este tema. Allí uno de mis maestros en Psicología del Deporte, Terry Orlick señala en la página 64 que en investigaciones realizadas por él, con niños de Canadá, se indica que la mayoría de los niños que no querían seguir participando en el deporte. Orlick se lo explicaba como consecuencia de experiencias negativas en esta actividad, tal como: poco tiempo para jugar, sobre énfasis en los programas de competencia y mal trato o conductas desagradables del entrenador.
Orlick trabajó con niños desde 7 a 18 años y encontró a partir de las edades ciertas diferencias. Los niños menores de 10 años reportaron que tenían poco tiempo para jugar (aspecto lúdico de la actividad) y bajas experiencias exitosas y los que eran mayores de 10 años reportaron conflictos de interés tales como las actividades extracurriculares o responsabilidades con otras tareas.
Otro estudio, citado en la misma página, señala que el por ciento de niños que no continúan en el deporte de un año a otro es potencialmente de un 37% y para los niños mayores y de un 24 % para los jóvenes.
Este estudio realizado por el Instituto del Deporte de Jóvenes de Michigan señala que las razones más frecuentes es la aparición de otro interés y de labores a realizar por niños.
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Jose Vivas -