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La Bitácora del Dr. Ucha

Consideraciones generales del dolor en el deporte. (II parte)

Consideraciones generales del dolor en el deporte. (II parte)

Consideraciones generales del dolor en el deporte. (II parte)

Dr. C. Osvaldo García González.

Instituto de Medicina del Deporte. Cuba

La representación gráfica de la cascada de eventos que traen como consecuencia la manifestación del dolor.

SOBRECARGA

Déficit de sustrato y electrolitos intracelulares.

Fatiga - Deshidratación - Desequilibrio electrolítico.

Alteraciones metabólicas - circulatorias - neurológicas (musculatura local)

Liberación de mediadores químicos del dolor en musculatura supra estimulada

Dolor de origen traumático. También hay 3 subgrupos dentro de esta categoría, pero cuyo pronóstico es mucho más reservado, porque las lesiones generadoras de Dolor en estos casos pueden poner en peligro la carrera deportiva de un atleta o incluso, hasta su propia vida.

a) Lesiones traumáticas agudas Los accidentes deportivos.

En estos casos el Dolor es agudo y de presentación abrupta.

En cuanto al tipo, variedades, y mecanismos de producción no hay diferencias a las que se reseñan detalladamente en los Tratados de Ortopedia y Traumatología. Nos referimos a que en general, los atletas son más susceptibles a sufrir cualquiera de las lesiones elementales del SOMA: Fracturas, Luxaciones, Esguinces, Contusiones, así cómo rupturas músculo-tendinosas por colisiones o por distracciones.

b) Lesiones crónicas y/o sus secuelas Las lesiones de sobreuso deportivo en atletas jóvenes y activos y/o las lesiones residuales que se presentan en deportistas veteranos, respectivamente. En estos casos se recoge la historia de un cuadro de Dolor crónico y recurrente, con la particularidad que el dolor que provocan estas lesiones no solo ocasionan angustia por el sufrimiento físico, sino que también generan un serio conflicto psicológico y el sentimiento de frustración que se deriva al reconocer el fracaso de la estrategia de entrenamiento.

En el gesto motor específico para cada modalidad deportiva durante los entrenamientos y competencias, generalmente se aplican sistemáticamente, fuerzas colosales sobre las estructuras del SOMA que pueden ocasionar estas lesiones, cuyo diagnóstico se ha favorecido en las últimas décadas por el desarrollo de la Imagenología.

En los deportistas de “alto rendimiento” se consignan múltiples lesiones de “sobreuso” generadoras de dolor -- que serán detalladas mas adelante – y que son ocasionadas por la exposición persistente a un entrenamiento que persigue extender los límites de las capacidades físicas del sujeto pero que con frecuencia, rebasa las potencialidades y la integridad del aparato músculo-esquelético.

Se presentan entonces los síndromes dolorosos músculo-esqueléticos causados por sobrecargas repetidas que originan lesiones microscópicas sobre lugares vulnerables de dicho sistema (micro lesiones a repetición) que conllevan a las alteraciones inflamatorias dolorosas.

La expresión de “lesión por sobreuso” (overuse) es a menudo usada indiscriminadamente para rotular un dolor provocado por el ejercicio o definir una disfunción del aparato locomotor en ausencia de trauma agudo evidente. En este capítulo hemos aclarado estos términos.

Como los síntomas de sobreuso a menudo ocurren a lo largo de un período largo de tiempo, puede ser difícil determinar el comienzo exacto y la causa(s) específica(s). Con frecuencia están presentes algunos factores favorecedores.

Factores generales que influyen en las lesiones deportivas:

Gesto motor específico

Preparación física (entrenamiento) (magnitud o componentes de la carga)

Preparación Psicológica

Preparación Técnico-Táctica

Biológico (constitucionales)

Providenciales

Factores predisponentes intrínsecos (endógenos):

Desequilibrio musculo tendinoso: se trata  de un desbalance entre la fuerza, flexibilidad y el volumen muscular. Se observa con frecuencia en los miembros inferiores en respuesta al trote intenso y repetitivo, lo que produce un patrón característico de cuádriceps fuerte y tenso, isquiosurales débiles y tensos y gemelos y soleos fuertes y tensos. Estos desequilibrios deben revertirse con un adecuado programa de elongación muscular.

Alteraciones biomecánicas: la hiperlordosis lumbar con báscula de la pelvis hacia adelante, es un factor de riesgo a tener en cuenta en gimnastas y bailarinas (niñas) y artes marciales, rugby y tenis (servicio) en los varones. Esta mayor lordosis lumbar facilita lesiones discales y de la pars interarticularis.

La ante versión femoral excesiva condiciona una extra rotación de la tibia, con un aumento del ángulo Q. Junto con el genus valgus favorecen el desequilibrio patelofemoral y con ello el desarrollo de patologías relacionadas.

Los pies valgos planos pueden ser asiento de apofisitis del calcáneo por el micro trauma que ocasiona el tendón de Aquiles retraído.

La diferencia de longitud de los miembros inferiores, cuando no sobrepasa 1.5 cm., no se ha visto que provoque mayores inconvenientes en niños deportistas. En ellos puede aconsejarse un realce compensador.

Crecimiento propiamente dicho: El mayor número de lesiones por uso y esfuerzo excesivos se observa durante el brote de crecimiento de la adolescencia. Al producirse un rápido incremento en la longitud de los huesos largos, sin la adaptación paralela de las unidades musculo tendinosas, de elongación secundaria al crecimiento óseo, se provoca un significativo aumento de la tensión de las mismas, acompañado por una disminución en su flexibilidad, modificaciones estas de acción preponderante alrededor de las articulaciones. Se ha observado en varones con promedio de edad de 14.3 años que el 25 % no superaba la prueba de la distancia dedos-plano podálico por retracción de los músculos isquiosurales, y que el 58 % no podía llegar a contactar el talón con la nalga, por retracción cuadricipital.

Por otra parte en el hueso inmaduro existen tres zonas de cartílago de crecimiento susceptible de sufrir lesiones por uso y esfuerzo excesivo: la placa de crecimiento epifisaria, el cartílago articular y el cartílago apofisiario.

El micro trauma repetido fue invocado como causa de lesión del cartílago de crecimiento, capaz de producir epifisiolisis de la cadera con desplazamiento escaso y luego artrosis secundaria. Se sostiene que la incidencia de genus varum artrósico es mayor en futbolistas que jugaron desde niños que en la población general, debido al micro trauma ejercido sobre la zona medial de la diáfisis tibial proximal.

A nivel del cartílago articular los fenómenos de uso excesivo pueden provocar osteocondritis disecante, con predilección por los cóndilos femorales y el astrágalo en los miembros inferiores.

Pero es en las apófisis en crecimiento, sitio de inserción de las unidades musculo tendinosas relativamente retraídas, donde se producen con mayor frecuencia las afecciones por uso y esfuerzo excesivos: espinas ilíacas, trocánter, isquión, tuberosidad anterior de la tibia, calcáneo, epitróclea, etc.

- osteodilusión:

- inadecuada rehabilitación de lesiones anteriores.

- enfermedades concomitantes.

- aspecto psíquico.

Edad deportiva: por el uso excesivo del sistema musculo esquelético, a mayor edad deportiva (más de 2 años), hay mayor probabilidad de sufrir una lesión por uso excesivo.

Factores predisponentes extrínsecos (exógenos):

Errores de entrenamiento:. El entrenamiento de competencia y la imposición de actividades de acondicionamiento de gran intensidad, duración y frecuencia, ha traído como consecuencia un incremento significativo de estas lesiones (mala dosificación de las cargas de entrenamiento, calentamiento inadecuado, etc.). Los que practican actividades libres y recreativas raramente sufren estos tipos de lesiones.

Tecnopatías: Aquí se incluyen: calzado inadecuado, terrenos de superficie dura (asfáltica, de madera, sintéticas), útiles deportivos mal confeccionados y/o utilizados (pelota, raqueta, bate, etc.), vestimenta inapropiada, mal uso de la técnica, Control Médico inadecuado, etc.

Condiciones climática y ambientales.

C) Lesiones por Esfuerzo Excesivo (Sobreesfuerzo -- Overstress):

Se presentan la combinación de las 2 modalidades anteriores porque están presentes de alguna manera, elementos de ambas entidades; o sea en estos casos existe de antemano una lesión de sobreuso de base de curso ± silente que, en un gesto motor extremo da lugar a que se manifieste la lesión de manera florida, y que por la apariencia suele ser interpretada comúnmente como un repentino accidente deportivo originado por un trauma indirecto.

Pero cuando se profundiza en sus causas y se verifica la lesión suelen constatarse antecedentes de historia de Dolor crónico de poca intensidad que se agudiza durante el episodio desencadenante.

Lesiones más frecuentes por Sobreesfuerzo (Overstress):

Hombro:

- Fractura por estrés de la coracoides.

Brazo:

- Brazo de hierro "frágil" (fractura de la diáfisis humeral).

Codo:

Avulsión de la epitróclea.

Avulsión del olécrano.

Muñeca y Mano:

- Avulsión del flexor profundo de los dedos.

Cadera y Pelvis:

- Avulsión de la espina ilíaca antero-superior.

- Avulsión del isquión.

- Avulsión del trocánter menor.

- Fractura por estrés del cuello femoral.

Rodilla:

- Luxación de la rótula.

- Avulsión del pico de la rótula.

- Avulsión de la tuberosidad anterior de la tibia.

- Rotura del mecanismo extensor

Otras:

- Fracturas óseas completas en sitios de fisuras de estrés

El correcto diagnóstico y tratamiento por el médico deportivo de las lesiones de sobreuso evitarían las lesiones de esfuerzo excesivo.

Por su importancia en los deportistas jóvenes nos referiremos a una lesión de esfuerzo excesivo que como antecedentes tiene una periostitis posteriormente una fisura de la cortical y finalmente por desgracia en algunos atletas una gran fractura.

 

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