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La Bitácora del Dr. Ucha

Influencia de la música sobre el estado psicológico del tenista.

Influencia de la música sobre el estado psicológico del tenista.

Influencia de la música sobre el estado psicológico del tenista.

Dr. Francisco García Ucha

Investigador Titular de la Academia de Ciencias de Cuba.

Profesor Titular de la Universidad de Ciencia de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”

Socio Honorario de SIPD

Vicepresidente de ISTA

Con anterioridad Platonov, K. K. (1982) ya había reportado que un metrónomo puesto a un compás de sesenta movimientos por minutos afectaba el estado psicológico de las personas, de manera favorable.

Está comprobado que existe una respuesta vegetativa, fisiológica e involuntaria de nuestra respiración, y la frecuencia cardíaca  ante la audición de diferentes composiciones musicales, las cuales siguen el ritmo de la música, funciones éstas que en la relajación y sobre todo en el sueño, disminuyen su actividad. Ver: Fernández de Juan, T. (1994).

También se ha comprobado que la música puede influir en la conductividad eléctrica del cuerpo humano, al registrarse mediante galvanómetros los cambios en la resistencia eléctrica de la piel,10 manifestándose como un crecimiento en las fluctuaciones del índice psicogalvánico.

Alrededor de este tema hoy, ya existe todo un movimiento, por una parte la Terapia musical, las investigaciones en psicoacustica y el uso industrial de la música se acrecentó extraordinariamente.

En el deporte las investigaciones comenzaron desde los años 70 al respecto ver el trabajo de  Nekrasov, N. (1975). Los psicólogos del deporte se percataron de que este medio puede trasmitir a los diferentes estados de ánimo: alegría, alboroto, vigor, seguridad; influir en los procesos intelectuales y de voluntad: firmeza, energía, discreción, abnegación, indolencia, seriedad; influir en diferen­tes características de movimientos, haciéndolos más rápidos, lentos, ligeros, bruscos; cambiar el grado de la tensión muscular, etc.

El objetivo de la aplicación de la influencia musical regulada en el deporte consiste en:

  • La formación de un estado emocional posi­tivo de prearranque óptimo.
  • Después de grandes cargas competitivas y de entrenamiento, en activar los procesos de recuperación y descanso.
  • La conso­lidación o formación de un estado psicológico de máximo rendimiento.

Así, la aproximación a las competencias importantes en la mayoría de los participantes provoca un estado psicológico, que se revela en formas de una fiebre de pre-arranque o de apatía de pre-arranque, lo que esencialmente puede reducir las posibilidades competitivas de deportis­tas, desorganiza su actividad e impide demostrar sus mejores resultados.

Un obstáculo grande para la participación exitosa consiste en que el estado de fiebre de pre-arranque o de apatía de pre-arranque aparezca en un deportista de forma no habitual antes de las competencias. Ello ocurre independientemente de la voluntad del deportista y es posible que se modifique con dificultad mediante alguna intervención psicológica. A veces no ayudan, en este caso, los métodos muy divulgados de influencia psicológica por parte del entrenador y el psicólogo como, por ejemplo, la persuasión o la sugestión.

Kozhspirov, Yu. G. (1987) durante un proceso de investigaciones sobre la optimización de estados emocionales de deportistas antes de las competencias  elaboro experimentalmente y aplicó en la práctica algunas variedades específicas de la música funcional, llamadas conjuntamente como música de pre‑arranque.

El objetivo común de la música de pre‑arranque es de liberar al deportista de la fiebre de arranque o de la apatía del mismo y en el fondo de la excitación de nuevas emociones positivas con­tribuir a la formación del estado emocional optimo precompetiti­vo.

La estructura de la música de pre‑arranque consiste en tres tipos relativamente autónomos, que según su destinación funcional recibieron los nombres de la música de distracción, de relajación y de movilización. Cada uno de estos tipos de música resuelve su problema concreto, que contribuye a alcanzar el objetivo general de la música de pre‑arranque.

Las características de estos tipos de música son las siguientes:

La música de distracción. La tarea de la música de distracción consiste en el cambio de la atención del deportista de los sufri­mientos pesados del pre‑arranque, que desorganizan su actividad en pensamientos agradables o neutrales, que no están vinculados con las competencias futuras. La duración racional de esta sesión de profilaxis musical se aproxima a los 25 minutos.

Durante la selección del material para la sesión de la música de distracción el más efectivo es el método del enfoque individual al deportista. Habitualmente éstas son las composiciones musicales preferidas o que gustan mucho, que involuntariamente atraen la atención y ocultamente eliminan otros pensamientos.

Al terminar la sesión de música de distracción se recomienda hacer un receso de 15‑20 minutos, durante los cuales el deportista puede pensar en las sensaciones provocadas por la música escuchada. Después de esto se puede empezar la sesión de la música de relajación.

La música de relajación. La tarea que debe cumplir la música de relajación consiste en la reducción ulterior del nivel de inquietud y de la angustia de pre‑arranque mediante la estimulación musical del relajamiento muscular. Durante esto el efecto funcio­nal de la utilización de música se hace más fuerte por la in­fluencia inversa del relajamiento muscular en el estado del sistema nervioso central.

Mientras más fuerte es el relajamiento de los músculos, menos impulsos de excitación se trasmite de los músculos al cerebro, debido a que el deportista se tranquiliza más y de este modo se libera de gastos de energía excesivos y en vanos, o, como dicen los prácticos, "de la posibilidad de quemar­se antes del arranque". Crea condiciones para un descanso mejor y para el restablecimiento, de fuerzas.

La duración de esta sesión de música de relajación es de 20 minutos.

El programa de esta sesión se compone de obras lentas, líricas, con una melodía suave, que contribuye a la relajación involunta­ria del SNC y muscular del deportista.

En este programa se incluyen las obras musicales con un desarrollo del motivo lento, fluido, con un dibujo rítmico suave y con el ritmo de ejecución tranquilo.

La música de relajación se caracteriza por un sonido bajo, sin cambios bruscos de la fuerza del sonido y de la velocidad del movimiento musical. Las obras para canto pueden alternarse armónicamente con las de instrumento.

Para este caso son muy buenas las melodías líricas y populares del carácter melodioso, ligeras y lentos y también la imitación musical para la utiliza­ción de las grabaciones de sonidos naturales ‑ el susurro atenuado del follaje, el canto de las aves, el sonido de la lluvia, de las olas que corren hacia la orilla, etc., todo esto crea un estado de ánimo tranquilo y contribuye a la relajación.

Al terminar la sesión de música de relajación hacen un receso de una hora (para el descanso, almuerzo o comidas u otras necesidades), después de esto llega el turno de la música de movilización, que termina poco antes de empezar la competencia.

La música de movilización. Su objetivo es elevar el nivel de preparación competitiva del deportista y garantizar la orienta­ción firme del participante hacia la victoria en la competencia.

Esta música ayuda al competidor a encontrar el sentido de seguridad en sus fuerzas, lo prepara de una manera oculta para demostrar en la competencia el máximo de sus capacidades. La duración racional de la sesión de música de movilización es de 20‑25 minutos.

El contenido de la música de movilización puede ser formado por las obras vocales y de instrumentos de carácter de aspiración y promoción, compuestas sobre temas de heroísmo y patriotismo, las canciones animadas deportivas y militares, las marchas militares. En estas obras, que reflejan la realidad mediante revelación artística de sufrimientos y hechos humanos de situaciones pareci­das, celebran las hazañas deportivas y militares, la lucha por la victoria mediante la superación de las dificultades y debilidades propias, las acciones de personas, que no se desaniman, tienen mucha fuerza de voluntad, abnegadas, orientadas hacia un objetivo determinado, que despiertan la simpatía y deseo de imitarlas.

Al final de la sesión de música de movilización se recomienda incluir las obras con un dibujo rítmico bien claro, que corresponde a las particularidades rítmicas de la actividad competitiva futura del deportista. Esto le ayudará a realizar con mayor éxito la sintonización ideo motora de pre arranque, imaginar la técnica, el ritmo y la estructura de su actividad competitiva. El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados, desplazamientos tomando conciencia del espacio, vivenciados por medio del propio cuerpo.

La aplicación práctica de la metodología descrita anteriormente de la influencia musical precompetitiva fue realizada en 159 deportistas, que practicaban pesa, judo y lucha greco‑romana. Se obtuvo por Kozhspirov, Yu. G. (1987) resultados muy positivos con respecto a su estado psíquico y actividad competitiva.

De este modo, influyendo en el deportista, la música funcional los distraía  stress de pre‑arranque, les inculcaba una orientación psicológica activa hacia la victoria en las competencia futura y les ayudaba de una manera real a lograr esta victoria.

Nekrasov, P. V.  (1975), acometió un interesante trabajo al emplear la música junto con los procedimientos de relajación para la recuperación de los deportistas, su trabajo tiene una serie de particularidades:

‑ La música se combina con fórmulas especiales del entrenamiento autógeno, destinadas a solucionar problemas concretos de la preparación del deportista. En este caso el valor regulador de la música exige de ella una cadencia,  ritmo,  timbre y asociaciones  deseadas.

‑ Al percibir la música, el deportista debe distribuir su atención entre ésta y las sensaciones del cuerpo.

Para la práctica deportiva resultó aceptable la forma de entrenamiento psicológico con ayuda de la música funcional siguiente:

El deportista escucha la música que contribuye al relajamiento y al descanso. Transcurridos 5 minutos, después de dejar de escuchar la música con ayuda de la grabadora, se pronunciará las fórmulas verbales que están destinadas al relajamiento. El contenido de las fórmulas verbales influye sobre el deportista de una manera directa. En la pausa entre fórmulas verbales, el deportista deberá concentrarse por sentir lo mismo que se habla en ellas. El ejercicio finaliza con una gimnástica relajadora ligera.

Al comienzo del entrenamiento psicológico se tiende en una postura cómoda (decúbito supino) y totalmente relajada. Los brazos están tendidos a lo largo del tronco, relajados y ligeramente flexionados. Las piernas separadas, y estiradas. Cierra los ojos y concentra su atención o bien en la música que escucha, o bien en las sensaciones de mi cuerpo. No le presta atención a los pensa­mientos que pueden perturbarle o a los excitantes exteriores, porque durante el entrenamiento ellos trascurren y desaparecen por sí sólo. Los pensamientos divagan entre la música y las sensaciones del cuerpo.

El entrenamiento psicológico si se realiza en la posición de sentado, entonces se recomienda dos posiciones.

1.:"Postura de cochero". El deportista se sienta en los tres primeros peldaños de una escalera, las piernas se colocan en el piso al ancho del pie, los brazos relajados se colocan sobre los muslos (las manos no hacen contacto). Posteriormente el tronco se endereza y en forma relajada "se inclina" (como si hiciera una inclinación profunda), la cabeza relajada estará inclinada sobre el pecho.

2. Posición sentada pasiva. La posición es similar a la posición de "cochero", los brazos relajados estarán colocados sobre los brazos del sillón, la cabeza estará apoyada cómodamente en el respaldo.

En combinación con las influencias de autosugestión musicales podrán ser utilizadas las fórmulas de autosugestión siguientes: Frases introductorias: "Los ojos continúan cubiertos. La respiración es tranquila y profunda. El cuerpo descansa. Estoy muy tranquilo, totalmente relajado. Cierro los ojos".

Después de esto se pronuncian las fórmulas fundamentales de la autosugestión (cada una se repite 4‑5 veces):

1. "Los músculos del brazo están relajados de manera agradable, no están contraídos absolutamente. Estoy agradablemente relajado";

2. "Los brazos están pesados. Siento una pesantez agradable en los brazos";

3. "La pesantez pasa a ambas piernas. Las piernas están agrada­blemente relajadas...pesadas";

4. "Respiro pausada y profundamente";

5. "Todo el cuerpo está agradablemente relajado";

6. "Por el brazo comienza a correr un calor agradable...";

7. “Un calor ligero corre por ambas piernas...El calor desciende hasta la punta de los dedos";

8. "Todo el cuerpo está agradablemente relajado";

9. "La respiración es uniforme y pausada";

Para pasar a un estado de vigilia se utilizará la parte activa del entrenamiento autógeno: El deportista abre los ojos. Flexiona y extiende los brazos y las piernas. "Relajo las piernas, echándome hacia atrás y apoyándome sobre la espalda. “Me levanto y comienzo a ejecutar movimientos pendulares":

 ‑ Eleva el tronco con un movimiento ondulatorio hacia la derecha y hacia la izquierda desde la posición de parado en puntas de pie;

 ‑ Péndulos con ambos brazos;

 ‑ Hace olas con los brazos (movimientos ondulatorios sucesivos);

 ‑ En la posición decúbito supino, realizar movimiento de relaja­miento con las piernas elevadas.

Cada ejercicio se repite 5 veces.

En caso de que las formular se indiquen mediante una grabadora, entonces, en la etapa inicial de aprendizaje deben incluirse pausas de 8‑10 seg. para poder repetirlas (autosugestión).

La estructura general de la influencia musical PR abarca los niveles siguientes:

a. Adoptar una posición de sentado o de tendido relajada;

b. Escuchar una música que permita relajarse, concentrando cons­tantemente la atención en las sensaciones que percibe el cuerpo. Cuando la atención esté dirigida a la sensación del cuerpo (por ejemplo 10 seg.), entonces predominará el contenido de la imaginación que está incluido en el entrenamiento autógeno;

c. Cambio a una música activa pronunciando las fórmulas (el contenido de la música y de las fórmulas concuerda con el contenido de una carga deportiva concreta ulterior);

d. La fase de la gimnástica "pendular". Esta podrá ser ampliada utilizando los ejercicios y la adaptación de imitación especiales, lo que facilita la orientación y la adaptación motora, por ejemplo, durante el aprendizaje y consolidación de los hábitos técnicos y el cambio del calentamiento especial al primer intento en las competencias.

El tiempo general del entrenamiento será de 7‑10 min.

La influencia de la música podrá ser reforzada, si el sonido se trasmite mediante un aparato estereofónico. Al mismo tiempo, esto ayuda a "separarse" de las influencias externas. A veces no se observa el efecto de la sobresaturación, cuando se repite muchas veces una misma pieza musical.

Se recomienda variar la música de 6‑8 repe­ticiones, porque en dependencia del nivel de preparación musical y las particularidades etáreas de los deportistas, más tarde o más temprano puede surgir una costumbre demasiado fuerte hacia la música dada.

La música puede ser empleada para reforzar la influencia de otros medios de intervención psicológica en diferentes tareas propias del psicólogo y el entrenador. Por ejemplo, en ocasiones los partidos tienen una intensidad tal que rompe el equilibrio necesario para que los deportistas puedan recuperarse. El partido termina y el jugador a pesar de sentirse agotado no logra relajarse, no puede conciliar el sueño y permanece tenso y nervioso. También puede ocurrir que el grado de cansancio requiera un tiempo mayor para su recuperación, lo que afecta que este en el momento requerido para el próximo partido en las condiciones optima.

Un ejemplo de lo planteado anteriormente es el siguiente:

Para restablecer la capacidad de trabajo, es muy importante saber relajarse bien, eliminar la tensión muscular innecesaria, centrar su atención en temas que contribuyan a la relajación. Debido a que la relajación simple no siempre es factible, entonces la calidad de los métodos de recuperación se podrá emplear una respiración calmada (la inspi­ración será dos veces más prolongada que la aspiración). No es necesario forzar la respiración, ésta debe ser natural, libre. Para lograr que la influencia de los ejercicios respiratorios se haga más profunda puede emplear la música seleccionada especialmente para esto, que facilite sedar y permita distraerse. Las melodías rítmicas más agradables son las que se ejecutan a ritmo medio. Sería mucho mejor que prevalecie­ran los sonidos bajos, ejecutados por un instrumento que emita sonidos suaves. Pero realmente no es obligatorio tener una fuente musical real. La música puede llevarse por dentro. Encontrar su tema musical y aprender a “incluirlo" en el momento necesario es muy importante para la autorregulación del estado de la capacidad de trabajo.

Aquí se agrega a la intervención el control de la expresión de la cara. Es muy importante estar atento a la expresión de la cara. No es difícil relajar los músculos de la cara. Es importante que esta expresión sea una máscara de relajación y se mantenga todo el tiempo. Como se expresó anteriormente, el entorpecimiento muscular se manifiesta inmediatamente, debido a que el sonido de la voz no es natural.

La destreza de imaginarse una situación de tranquilidad, verse mentalmente, recordar en el bosque, en la playa o en cualquier otra condición, cuando el relajamiento muscular y la sensación de una tranquilidad espiritual sean mucho más manifiesta, se complemente bien la autorregulación compleja, dirigida a restablecer la capacidad de trabajo.

Todos estos procedimientos pueden ser combinados. Podrán utili­zarse no sólo en la posición de sentado o tendido, sino también en la posición de pie sino existe la tensión o inclusive, durante la marcha, realizada a un ritmo medio, tranquilo y uniforma.

Lo fundamental es que debe existir una dirección objetivo constante de la conciencia para que cualquier pausa, inclusive la que dure menos del minuto, pueda ser utilizada para regular su estado, eliminar la tensión excesiva.

Con anterioridad hemos señalado que es importante en ocasiones llevar la música por “dentro”. Los avances recientes en el campo de la musicoterapia llevaron a  una clasificación de los métodos en el empleo  de la música sobre la psiquis. Los métodos pasivos están relacionados con el empleo de la música para ser escuchada por las personas y los métodos activos se corresponden en aquellos casos en que el sujeto interpreta o crea su propia música o incluso tiene una participación corporal mientras escucha piezas musícales especificas.

Aun no se reportan investigaciones en este sentido dentro de la psicología del deporte pero contamos con elementos empíricos de la importancia que tiene tanto para la relajación como para la movilización del deportista, el hecho que interprete canciones o los elementos que se corresponden con una melodía.

En nuestro trabajo con futbolistas seguimos un conjunto de reglas heurísticas que nos han proporcionado resultados satisfactorios.

  1. Hay que considerar que el empleo de la música no debe ser eficaz en un 100 por ciento de los deportistas. Existen diferencias individuales y podemos encontrar personas que sean refractarias al empleo de la música como un método de influencia psicológica y de hecho es así.
  2. Es necesario conocer cual es la cultura musical de los deportistas. Existen muchos géneros musicales, algunos son reconocidos como que ejercen un efecto positivo innegable sobre las personas pero pueden resultar desagradables al deportista. Es necesario emplear los propios gustos musicales del deportista. Conocer como la música influye sobre el mismo y posteriormente y de acuerdo con los resultados y ventajas reconocidas por el propio deportista acercarnos a aquellas melodías musicales que tienen un mayor impacto y que sean asimiladas y aceptadas por el jugador.
  3. En relación con lo anterior, preparamos al deportista para que seleccione tres obras musicales que sean capaces de relajarlo, tres que lo movilicen y tres de carácter neutro que sirvan para distraerlo. Los propósitos de cada elemento musical resultan claros en función del estado psicológico y de la circunstancia en que se encuentre el deportista. La música para distraer resulta muy útil para los momentos de espera que sobrevienen como consecuencia de aplazamientos de la hora de la competencia o cuando el deportista debe trasladarse de un lugar a otro. Cuando el deportista toma conciencia de los beneficios de la música se puede crear un programa relativo a la música a escuchar en cada momento previo de la competencia o al final de la misma y de forma similar en los entrenamientos. Una de las cuestiones de carácter imprevisto que podemos resolver por medio de la música son los trastornos del sueño los días previos a la competencia y en esta dirección deben elegirse también melodías que permitan la solución de esta dificultad.
  4. Especial atención se brinda a los 15 minutos de descanso que ocurren en el transcurso del juego, donde la tarea fundamental es mantener o recuperar el estado psicológico de máximo rendimiento.
  5. Todo este trabajo tiene un carácter individual por ello, los jugadores deben de tener grabadoras portátiles, pequeñas, con audífonos y un peque “stop” de baterías y otros elementos en caso de ruptura. Es necesario garantizar que los medios a utilizar se encuentren siempre disponibles. Se ha demostrado que la mejor forma de combatir los estados psicológicos negativos es dotar al deportista de los recursos de enfrentamiento adecuados que le permitan el pleno disfrute de la actividad deportiva con el beneficio personal y social que de ella se deriva.
  6. Es muy importante considerar el lugar donde escuchar la música. Si estamos buscando un efecto determinado sobre el deportista debe existir una determinada disciplina por parte de los que le rodean para no interferir en lo que hace. El tipo de problema que estamos resolviendo. Modificando un estado psicológico en una dirección u otra o manteniéndolo y los medios a seguir (escucha selectiva, improvisación, actuación, composición, movimientos, ejercicios verbales, etc.).
  7. La preparación mental del deportista por medio de la música debe filosóficamente ser entendido como forma de la actividad del deportista, y debe tener, por su carácter creador y de obtención de metas significativas, un carácter agradable y positivo, y contribuir al bienestar y progreso del equipo. En esta tarea como en otras que realiza el psicólogo debe contar con la valoración del deportista acerca del empleo de la intervención, para ello se deben realizar las encuestas o entrevistas necesarias. 

 

 

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