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La Bitácora del Dr. Ucha

Amputados: Rehabilitación tratamiento físico y psicológico.

 

Lic. Lorena Huerta Roa

Ms. C. Mayda Losada Robaina

Dr. Francisco García Ucha

Universidad de Ciencia de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajado”. Cuba

Cuando se realiza la amputación de algún miembro del cuerpo, es para de curar y o detener una enfermedad, causando problemas físicos, psicológicos, estéticos y sociales, por lo tanto es fundamental la rehabilitación para capacitar al paciente en sus actividades cotidianas.

En las sociedades modernas, lo ideal es tener un cuerpo agradable, bello y esbelto, por ello, la pérdida de una parte de este, así sea muy pequeña, causa un gran trauma psicológico, ya que se altera notablemente y de forma definitiva la imagen corporal, es decir, la apreciación que tiene una persona de su propio cuerpo en cuanto a su apariencia física y función.

Esto es más notorio en personas que estaban previamente sanas y que debido a un accidente automovilístico, un enfrentamiento armado, una descarga eléctrica, un atentado terrorista o ante la explosión de una mina antipersonal, pierden una parte de su cuerpo. Los que son amputados luego de padecer crónicamente alguna enfermedad, cuentan con más tiempo para adaptarse a la nueva situación, pero igualmente es una condición que trae aparejada múltiples consecuencias y afectaciones.

La amputación es una operación quirúrgica que consiste en cortar del cuerpo un miembro o parte de él. Las principales causas son: por  trauma,  cáncer, infecciones, enfermedades vasculares y neurológicas.

El período de adaptación a esta nueva condición puede ser doloroso desde el punto de vista emocional, donde aparecen dudas, miedos e impotencia y se desarrollan sentimientos de inutilidad e inferioridad. La familia es la mayor fuente de apoyo social y personal que pueden disponer los amputados, tanto en los períodos de independencia como en los de dependencia.

Básicamente las amputaciones quirúrgicas se realizan con tres objetivos: el primero es eliminar o contrarrestar la enfermedad disminuyendo los riesgos,  el segundo es preservar la vida y finalmente salvar la función del miembro.

El éxito de una amputación depende de muchos factores. Algunos no se pueden modificar, como la edad y las enfermedades crónicas que se padecen. Otros pueden ser modificables con un buen tratamiento, como es el estado físico y emocional, el grado de aceptación y la motivación. Otros factores extras personales que intervienen en el éxito de una amputación son: una buena técnica quirúrgica, un adecuado control de las infecciones y la selección del mejor sitio de la extremidad para realizar la misma.

En general, la recuperación del amputado corresponde tanto al equipo médico profesional de especialistas, como al mismo paciente.

Dentro de la rehabilitación de un amputado, de miembro inferior la fisioterapia mediante la realización de ejercicios físicos ocupa siempre un lugar fundamental y con ella esencialmente se busca: mejorar el estado físico del paciente, preparar el muñón como un nuevo órgano que va a desempeñar una función fundamental  y enseñarlo a caminar con la prótesis.

Muchas veces los pacientes amputados son remitidos para su rehabilitación varios meses después de la cirugía, perdiéndose un tiempo precioso y dando oportunidad para la aparición de deformidades y otras complicaciones que no sólo hacen más lenta la recuperación sino que incluso la pueden imposibilitar.

En amputados del miembro inferior, el principal objetivo de la rehabilitación es lograr que las personas caminen de la mejor forma posible con su prótesis, para ello se entrenan  a los paciente inicialmente con ayuda para una buena de ambulación, como por ejemplo: las barras paralelas, los caminadores, pasando a muletas y luego al bastón, hasta lograr finalmente, si es posible, una marcha sin ayuda, lo más cercana a la normal. El entrenamiento se completa con caminatas en terrenos irregulares, subir y bajar escaleras, así como repasar la forma de caer y levantarse.

En algunas personas, dependiendo del grado de la amputación, de su condición física y psicológica y de su tipo de prótesis, se puede llegar a entrenar en ciertas actividades como conducción de vehículos, bicicletas, motocicletas o incluso en actividades deportivas, carreras atléticas y otros deportes. Los ejemplos más notables se ven en los juegos paralímpicos.

Se deben realizar ejercicios en la parte preprotésica y continuar en la protésica. Siendo fundamental en la parte preprotésica contemplar tres momentos o etapas de rehabilitación: acondicionamiento físico general, ejercicios para el muñón y ejercicios preambulatorios. Se debe evaluar el estado inicial de cada paciente a partir de la aplicación de las pruebas funcionales y tener en cuenta el seguimiento médico sistemático.  Su implementación implica instruir y educar al paciente en la importancia que revierte la realización de ejercicios físicos para su rehabilitación.

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