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La Bitácora del Dr. Ucha

Autovaloración del Comportamiento Competitivo par Atletas de Alto Rendimiento. Parte dos

Autovaloración del Comportamiento Competitivo par Atletas de Alto Rendimiento. Parte dos  

Autovaloración del Comportamiento Competitivo par Atletas de Alto Rendimiento

Lic. Francisco García Ucha y Lic. Antonio Fernández Leonard.

Instituto de Medicina Deportiva. INDER.

Boletín Científico Técnico No. 1 1983. INDER. CUBA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El objetivo de este trabajo consistió en conocer los factores motivacionales y las barreras psicológicas implicadas en los resultados deportivos mediante la autovaloración del comportamiento competitivo por los atletas y analizar, además, el papel que dicha autovaloración desempeña en la regulación y control de las acciones.

PROCEDIMIENTO

La muestra fue formada por la población de los 15 atletas de alto rendimiento, integrantes de un equipo de juego con pelota, cuyas edades oscilaron entre los 19 y 26 años, con una experiencia deportiva comprendida entre los 9 y los 13 años de práctica deportiva; de estos años, siete, aproximadamente, como miembros de las preselecciones y selecciones nacionales de alto nivel. Ellos han participado en Olimpíadas, Campeonatos Mundiales, Panamericanos, Centroamericanos y en numerosos encuentros nacionales e internacionales.

Se empleó un cuestionario elaborado teniendo en cuenta los criterios de entrenadores especializados y de atletas, así como esquemas de cuestionarios desarrollados por otros investigadores, entre ellos F. Vladescu (1975).

El cuestionario contiene 31 preguntas relacionadas con diversos aspectos de la competencia y ordenado de la forma siguiente:

Una pregunta para caracterizar la participación de la muestra en competencias de diversos niveles.

Tres preguntas para establecer las relaciones de congruencia o discordancia entre el rendimiento en entrenamiento, pruebas de control y competencias.

Una pregunta acerca de la estabilidad o no de los resultados en las competencias.

Tres preguntas referidas a las actitudes de confianza o desconfianza relativas a las posibilidades de realizar el máximo rendimiento en competencias.

Cinco preguntas relacionadas con el miedo al fracaso después de un éxito o una frustración, y el temor a un revés en ciertas condiciones objetivas de competencia.

Cuatro preguntas que enjuician las repercusiones en los rendimientos posteriores a un fracaso, en entrenamiento y competencia.

Dos preguntas relacionadas con el cumplimiento de los pronósticos y el auto conocimiento anticipado de los resultados de la competencia.

Dos preguntas vinculadas con los sentimientos de responsabilidad ante la práctica deportiva.

Tres preguntas que caracterizan las reacciones de pre-arranque.

Cuatro preguntas relativas a caracterizar el nivel de preparación volitivo del atleta frente a ciertos contrarios, lugares de competencia, movilización de sus fuerzas, etc.

Una pregunta en la cual debe enjuiciar su capacidad para evaluar el período cuando se encontraba en forma deportiva.

Dos preguntas para valorar los efectos del éxito sobre su estado de ánimo y su actitud ante el entrenamiento.

La fase final de la confección de dicho cuestionario se sometió al juicio de un grupo de psicólogos y se efectuó, además, una pequeña prueba con los atletas del equipo juvenil del mismo deporte, con el objetivo de conocer las posibles dificultades que podrían confrontar con la aplicación de la prueba, de su contenido o con a existencia de algunas deficiencias.

El cuestionario tiene la particularidad de estar formado por preguntas cerradas, las cuales se contestan en pequeñas escalas que aparecen dispuestas inmediatamente. Los resultados se volcaron en cada una le las respuestas en que fueron clasificadas y se obtuvieron los por cientos de cada uno de ellos.

Cada cuestionario y las preguntas fueron analizados con los entrenadores, en un esfuerzo por reflejar las posibles deficiencias de los atletas en su autovaloración. Asimismo, se tomaron en consideración numerosas observaciones realizadas por uno le los investigadores en varias competencias que el equipo efectuó en nuestro país.

RESULTADOS Y DISCUSION

I. Participación en competencias.

El 100% de la muestra se caracterizó por haber participado en competencias de alto nivel.

II. Con relación a los rendimientos deportivos:

Un 53,3% de los atletas señaló que obtenían mejores resultados en entrenamiento que en competencias; el 33,3% planteó que sus rendimientos eran iguales.

El 46,6% expresó que sus - logros en las pruebas de control eran más altos que los obtenidos en competencias importantes; sólo el 33,3% consideró ambos desempeños iguales y el 20% que resultaban mayores en las competencias.

Estos rendimientos, dada su magnitud, nos llevaron a profundizar en las respuestas de los atletas mediante entrevistas posteriores, ya que esperábamos resultados contrarios totalmente a los encontrados. Los atletas manifestaron que las causas eran de orden psicológico, tales como la incapacidad para controlarse ante el "stress" de la competencia, dificultades para movilizar sus potencialidades y realizar una buena valoración de las exigencias de la competencia.

El 86,6% planteó que resultan mayores sus rendimientos en las competencias en el extranjero que en las nacionales, lo cual no significa que pierda en las competencias nacionales, sino que en el extranjero obtiene resultados más altos. Ello se debe a diversas causas, entre ellas, que la mayoría de las competencias de alto nivel se efectúa en otros países.

III. Estabilidad en los rendimientos:

El 13,3% dijo ser muy estable, el 80% como estable y sólo el 6,6% se evaluó como poco estable. Las exigencias para pertenecer a este equipo de alto rendimiento no permiten que a él pertenezcan atletas con rendimientos inestables, ya que cuando ello ocurre son separados, lo cual da lugar a que otras figuras de alta categoría lo integren.

En la obtención de estabilidad de los rendimientos participan variables psicológicas y fisiológicas, así como las del propio proceso de preparación deportiva. Entre

las psicológicas se destacan la elevada resistencia psíquica tanto a las cargas de entrenamiento como a las de competencias y la capacidad de carga psíquica.

IV. Actitud de confianza y desconfianza ante el rendimiento deportivo.

El 26,6% manifestó sentir confianza en todas las competencias para lograr altos rendimientos, mientras el 73,3% planteó sentir alguna.

El 100% tiene confianza en obtener altos rendimientos en competencias centroamericanas y nacionales y el 80% en las internacionales.

El 26,6% registra a veces vivencias de desconfianza para obtener altos rendimientos en competencias. Un 53% planteó que rara vez, y el 20% evaluó que nunca siente desconfianza.

La sensación de desconfianza e inseguridad con todas sus consecuencias en cuanto a inquietud, falta de concentración y obstrucción de las ejecuciones por la acción de las emociones, parecen estar acordes con las respuestas de los atletas que pueden aparecer en las 3/4 partes de la población aquí estudiada, lo cual manifiesta la necesidad del apoyo psicológico a los atletas en las competencias,

V. Miedo al fracaso:

El 40% siente que a veces tiene temor a fracasar, el 26,6% expuso que rara vez y un 33,3% manifestó que nunca teme perder en una competencia, de manera que el 66,6% puede llegar a sentir temor a una derrota en ciertas competencias.

El miedo al fracaso resulta una de las motivaciones para estimular al atleta a obtener rendimientos elevados, si bien, como dice D. Harry (1976), no la más idónea. En investigaciones realizadas por ella encontró que los atletas motivados al éxito más que al temor al fracaso tienen mejores rendimientos. Tal parece que el temor al fracaso, aunque puede presentarse en estos atletas, no es la motivación básica que los estimula en las competencias, lo cual es congruente con los logros de es­te equipo, que en los últimos períodos de su desarrollo es historia deportiva.

En cuanto a la aparición del temor a un revés en la competencia de acuerdo con el lugar en que se realiza, sólo el 40% planteó temor a fracasar en competencias internacionales. Desde luego, éstas, por su nivel, son las de mayor tensión y exigencia. Es necesario señalar, según F. Vladescu (1975), que si bien los adversarios, como tales, pueden ser confrontados directamente y el resultado de esta confrontación depende principalmente del valor y la forma deportiva, los lugares de competencia son asociados, por costumbre, a factores externos tales como árbitros, espectadores, fracasos anteriores en el mismo escenario, etc., que el deportista no puede controlar, sino parcialmente, de lo cual se desprende la necesidad del conocimiento profundo de las particularidades del lugar de la competencia, así como comportamiento de espectadores y árbitros.

Un 26,6% de los atletas planteó sentir, a veces, temor de fracasar después de un éxito en las competencias; el 33,3 %, rara vez, y el 40%, nunca.

En cuanto a los lugares de competencia y la sensación de temor, el 86,6% manifestó que nunca ha relacionado el lugar de competencia con la sensación de temor. El resto expresó que oscila entre rara vez y a veces,

VI. Fracasos:

Después de un fracaso, el 86,6% se siente triste, mientras que parte de esos mismos atletas, 40%, tiene, a la vez, esperanza vencer. Sólo el 6,6% se mantiene sereno.

El 53% planteó que después de un fracaso en una competencia importante sus rendimientos han sido altos y un 40% dice que igual.

En cuanto a la actitud para trabajar en lo entrenamientos tras un fracaso, el 4046 dijo que es mucho mayor, otro 40 superior, y un 20%, permanece igual.

Como podemos observar, el fracaso constituye tanto un reforzador positivo como negativo, aunque la tendencia general y 1 posibilidades tan frecuentes de fracaso hacen que ello se convierta más en un estimulador de los rendimientos que en factor de inhibición, en este nivel deportivo.

VII. Cumplimiento de los pronósticos.

El 80% de los atletas manifestó que cumple con los pronósticos de los resultados asignados para las competencias, el 13,3% a veces y 6,6% siempre:

Un 60% de los atletas señaló que conoce con anticipación cuáles serán sus resultados en las competencias; el 20% lo logra rara vez y el 6,6%, nunca, para un 13,3% al que le ocurre frecuentemente.

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